Ya ha pasado un año desde que la joven castellano-manchega Miriam Vallejo, conocida como 'Mimi', fue asesinada brutalmente a puñaladas mientras paseaba a los perros en un descampado cercano a su casa, entre Villanueva de la Torre (Guadalajara) y Meco (Madrid). Por ahora, el único detenido relacionado con el caso ha sido Sergio, compañero de piso de la víctima y novio de la otra inquilina de la vivienda, que además era íntima amiga de Mimi. El acusado llegó a entrar en prisión provisional pero desde hace algunos meses está en libertad pese a ser el principal sospechoso del crimen.
El conocido periodista especializado en sucesos Nacho Abad ha publicado en El Confidencial un reportaje que ofrece inquietantes detalles sobre un caso que todavía no ha podido ser resuelto. El primero de ellos es la sorprendente actitud de la jueza de Alcalá de Henares que recibió la llamada de los agentes para comunicarle que había un cadáver con decenas de puñaladas. Pero no acudió a levantar el cadáver, según el citado periodista.“Lo obligatorio para la jueza era presentarse en el lugar de los hechos acompañada de la secretaría judicial y máxime tratándose de un hecho tan grave como es la muerte violenta de una persona. Pero no acudió ninguna ni lo consideraron procedente. ¿La hora? ¿El frío? No sé. En mi opinión, el Consejo General del Poder Judicial debería pedir explicaciones ante una desatención tan grave de sus funciones”, apunta en El Confidencial una fuente escandalizada desde el edificio de los juzgados a los que pertenece. “Me pregunto qué pensará el Consejo General del Poder Judicial sobre esta actitud y si es necesario llevar a cabo una inspección en el juzgado para aclarar este punto oscuro”.
Según Abad, "la cuanto menos extraña decisión de la magistrada Ana María Gallegos Atienza, titular del Juzgado de Instrucción nº 5 de Alcalá de Henares, puede ser de una gravedad extraordinaria y tener una enorme trascendencia a nivel jurídico. De momento se desconocen las consecuencias, porque hay secreto de sumario, pero si los investigadores durante la inspección ocular encontraron pisadas, restos o algún tipo de prueba junto al cadáver, el abogado que defiende a Sergio, el único acusado, podría plantear que todas son nulas. La actitud de Ana María Gallegos, dicen los juristas consultados, es cuanto menos una severa irregularidad procesal, pero habrá que esperar a ver si genera problemas cuando se levante el secreto de sumario".
El periodista, además, califica como "otra decisión cuestionable de su Señoría" el haber dejado en libertad al único imputado, Sergio, ya que "se encontró su ADN en la parte interior de la sudadera que llevaba la joven la noche del crimen, justo en el lugar en el que los investigadores creen que el asaltante agarró a Miriam para sujetarla mientras la apuñalaba". En un principio, la jueza consideró oportuno enviar al principal sospechoso a prisión, una decisión que ratificó la Audiencia Provincial. "Pero, unos meses después, sin que hubiera aparecido todavía el cuchillo, y con las mismas pruebas que sirvieron para mandarle a la cárcel,su Señoría cambió radicalmente de opinión y lo dejó en libertad sin fianza. Para ello, claro, tuvo que contradecirse a sí misma", se afirma en el reportaje.
¿Sabes si antes de morir ha dicho algo?
En la información de El Confidencial, además, se apunta que la declaración de su novia Celia también levanta sospechas: "Habitualmente, si al terminar en el gimnasio me tomaba algo con los compañeros, Sergio se enfadaba y me lo recriminaba, pero aquel día, curiosamente, me dijo que no pasaba nada y que me quedase".Además, Abad saca a la luz la declaración de un testigo al que sorprendió la fría actitud de Sergio mientras se levantaba el cadáver de Miriam:“Al llegar me puse a conversar con un hombre. Estaba impasible, de hecho creí que era un agente.Le pregunté y me dijo que no, que era el compañero de piso de la víctima. Me llamó lo atención su frialdad. No mostraba emoción alguna. Hablaba con los agentes tranquilo. Luego estuve yo dialogando con él. Era como si hablase con alguien en la cola del supermercado”. Cuando el testigo le contó que habían encontrado a Miriam aún con viva, aunque finalmente acabó falleciendo, Sergio preguntó: “¿Sabes si antes de morir ha dicho algo?”.
Ante todos estos indicios, la familia de Miriam"contempla la actitud de la jueza con estupefacción, por no usar otro adjetivo más duro". "La investigación está trufada de testimonios que apuntan en una única dirección,lo que hace más inexplicable la puesta en libertad de Sergio", apunta Abad.