Adrián es un chico de Guadalajara con 27 años que padece Síndrome de Prader-Willi y que empezó a aplaudir en su balcón a las ocho de la tarde cuando comenzó el confinamiento. Desde hace más de 40 días, no ha fallado a su cita y su emoción se multiplica cada vez que pasan por su calle ambulancias y coches de policía con las sirenas activadas.

El síndrome que padece el guadalajareño está calificado dentro de las enfermedades raras. Afecta a uno de 15.000 nacimientos y altera el apetito y el control de las emociones, provocando nerviosismo y frustración con cualquier pequeño cambio en la rutina.

Sorprendidos por el entusiasmo de Adrián, sus padres comenzaron a publicar en Facebook algunos vídeos mostrando la exaltación del chico. Un día, sin esperarlo, algunos conductores de ambulancias se pusieron en contacto con ellos para transmitirles la gran satisfacción que sentían al ver la actitud de su hijo, comprometiéndose a saludarle cada vez que pasaran por su domicilio.

Durante la pandemia del coronavirus, el personal sanitario y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado están realizando una importante labor de apoyo a la ciudadanía. Todos los días, los servicios de emergencia se congregan en las puertas de hospitales y residencias para aplaudir con las sirenas activadas, e incluso algunos, se trasladan hasta las puertas de numerosos vecinos para felicitarles por su cumpleaños o agradecer el enorme esfuerzo que están realizando.