Los investigadores de la Guardia Civil del caso del crimen de Meco (Madrid) ocurrido en enero de 2019 han determinado que el ADN de Sergio S.M., hallado en la etiqueta trasera de la sudadera que llevaba Miriam Vallejo el día que murió, no pudo ser transferido días antes en la lavadora, un argumento que esgrimió el presunto autor de los hechos debido a que compartían piso y lavaban la colada a la vez.
Así consta en un informe de la Guardia Civil, a cuyas conclusiones ha tenido acceso Europa Press, en el que los investigadores refuerzan la supuesta autoría de Sergio en el crimen. Sergio S.M. fue detenido siete meses después del asesinato de la joven de 25, que era su compañera piso junto a su novia.
Desde que fue arrestado, ha defendido su inocencia. Tras su arresto se decretó la prisión preventiva contra él y meses después quedó en libertad, siendo ratificada el pasado marzo por la Audiencia de Madrid.
Su defensa ha adelantado a Europa Press que solicitará el sobreseimiento de la causa y pedirá la nulidad de la causa al considerar que hubo presuntas irregularidades en el levantamiento del cadáver al no estar el forense y en la toma del ADN de su cliente al no estar presente su abogado.
Previsiblemente, el juez concluirá la causa para dar traslado a las partes personadas y formulen sus respectivos escritos de acusación y de defensa. Tras ello, se dictará el auto de apertura de juicio oral si así se solicita y se señalará la fecha del juicio.
El informe de la Guardia Civil, que cuenta con once conclusiones, se conoce después de que el pasado viernes el juez instructor número 5 de Alcalá de Henares levantara el secreto de las actuaciones. Durante estos meses, la Guardia Civil ha intentado despejas las muchas dudas que había en torno a la autoría del asesinato.
Además, incide en despejar las dudas sobre la personalidad de la víctima, quien "no era descuidada en sus relaciones" ni se ponía en riesgo en las redes sociales, apuntando que no dejaba "su teléfono a nadie".
La conclusión determinante es que el ADN que se encontró en la sudadera de la joven no se pudo transferir cuando se lavó en la lavadora junto con otras prendas de Sergio, dado que el detergente hubiera borrado el perfil genético. Además, insisten en que si hubiera sido así se hubiera encontrado ADN en otros puntos de la prenda y no solo en la etiqueta trasera, confirmando la supuesta teoría de que la habría atacado por detrás.
En el documento, los agentes señalan en primer lugar que no hay indicios de enfrentamiento en el móvil de la víctima entre ella y su presunto agresor, sin descartar que se pudieran haber producido al margen de que quedaran patentes en sus móviles.
"No hay ni una sola prueba de que hubiera quedado" con otras personas, sostiene el informe del Instituto Armado, que apunta también que Mimi tenía miedo a alejarse de casa y que podría haber salido esa tarde acompañada de Sergio para pasear a sus perros, que según los testigos no les escucharon ladrar.
Asimismo, los agentes señalan que el móvil de Sergio no tenía tráfico de llamadas durante las horas en las que se habría producido el crimen de la chica, cuyo cuerpo fue hallado a las 20.45 horas del 16 de enero de ese año.
Otro de los puntos recoge que Miriam le pudo contar a Celia, la novia de Sergio, que le fue infiel, según consta en el informe, y que cuando Sergio se personó en el lugar del crimen preguntó a los testigos que la escucharon agonizar si había dicho algo antes de morir. También apuntan que los testigos afirmaron que Sergio "intentó convencer" de que el cuerpo se pudo haber trasladado desde otra zona para despistar sobre dónde de se había producido el crimen.