La Inspección de Trabajo de Guadalajara ha ordenado a la contrata del servicio de Ayuda a Domicilio del Ayuntamiento de Guadalajara, Caser Residencial SAU, que facilite a las trabajadoras mascarillas FFP2 para que las usen "en todo momento".
La inspección da a la empresa dos días de plazo para cumplir esta orden, y deja claro que debe estar en disposición de entregar las mascarillas "a demanda" de las propias trabajadoras, ha informado en nota de prensa CCOO.
Igualmente, la Inspección da el mismo plazo a Caser Residencial SAU para entregar a las trabajadoras botes de plástico de fácil manejo para llevar el gel hidroalcohólico". "El gel se suministrará a demanda", ha determinado.
La Inspección exige a la empresa que informe de estos requerimientos a los/as delegados/as de prevención y le emplaza a enviar en dos días registro de entrada de EPIS (mascarillas FFP2); evaluación de riesgos, incluyendo riesgo de Covid y medidas específicas; y protocolo de actuación frente a COVID, así como "justificación fotográfica" de las entregas del material de prevención exigido.
CCOO-Construcción y Servicios valora esta actuación de la Inspección, que a instancias del sindicato realizó el pasado jueves "visita de comprobación de condiciones de seguridad y salud" de las trabajadoras de Ayuda a Domicilio de Caser Residencial SAU, constatando las deficiencias mencionadas y subrayando "que requieren subsanación inmediata".
Cumplir las instrucciones
De ahí que el sindicato haya reclamado a todas las administraciones públicas titulares de servicios de Ayuda a Domicilio, tanto a las que lo gestionan directamente como a las que lo tienen subcontratado, que atiendan las instrucciones dictadas por la Inspección de Trabajo en Guadalajara y que las apliquen a las trabajadoras que prestan el servicio en sus respectivos ámbitos de responsabilidad, facilitándolas a todas ellas -la inmensa mayoría son mujeres- tanto mascarillas FFP2 para su uso continuo como gel hidroalcohólico a demanda.
CCOO Construcción y Servicios vuelve a insistir en que éste es un servicio esencial y que las personas que lo prestan precisan la máxima protección en esta situación de pandemia, tanto por su exposición al contagio por trabajar 'en primera línea', como para impedir que se conviertan en vectores de propagación del coronavirus entre las personas a las que atienden, mayores, dependientes y grandes dependientes, todas ellas colectivos de altísimo riesgo en caso de resultar contagiados.