La guerra desatada por el uso de unas pistas en la pequeña localidad de Pozo de Guadalajara puede acabar en los tribunales. De una parte, el club de fútbol sala del pueblo, que es privado y tiene como entrenador a Jon Parra, un concejal de la oposición, se siente "acosado y discriminado" por el Ayuntamiento, al que acusa de impedir de manera sistemática que realice sus actividades. Por otra, el Consistorio estudia medidas legales contra el monitor y edil de Ciudadanospor haber utilizado una llave que tenía en su poder de años anteriores por "allanar" las instalaciones deportivas del colegio del pueblo y poner en peligro la salud del alumnado "violando el protocolo anticovid".

Y es que el conflicto nace porque el centro escolar ha decidido que este curso, debido a la pandemia, no es oportuno ceder el uso de sus pistas al FS Pozo de Guadalajara, como era habitual en años anteriores. El Ayuntamiento justifica la decisión porque, según indican, hasta 61 miembros de los equipos del club proceden de17 municipios diferentes, lo que supone multiplicar el riesgo de contagios por coronavirus en la localidad. Sin embargo, la entidad deportivaconsidera que dicho argumento es "xenófobo" y que "se está aprovechando el estado de alarma y la excusa de la pandemia para tratar de eliminar su actividad", por lo que ha decidido poner la situación en conocimiento del Defensor del Pueblo.

La gota que ha colmado el vaso de toda esta situación, según ha denunciado el club mediante una nota de prensa, es que el Consistorio "ha decidido ponerse a reformar, sin previo aviso, las únicas pistas deportivas públicas de la localidad (las cuales veníamos usando hasta ahora), tras años de abandono y dejadez, en el crítico momento en el que nuestros equipos de Deporte Escolar iban a empezar a competir, a sabiendas de que no hay otras instalaciones deportivas de acceso libre en Pozo de Guadalajara para que se pueda al menos entrenar".

Sin embargo, desde el Consistorio han denunciado públicamente, y no descartan hacerlo en los juzgados, que el concejal de la oposición Jon Parra, como entrenador del club, ha tomado la decisión "por su cuenta y riesgo de acceder a las pistas en obras utilizando una llave que tenía en su poder", una actuación que consideran "gravísima". "La seguridad de los vecinos, especialmente de los niños, es prioritaria en época de pandemia. Este tipo de infracciones son completamente intolerables y más viniendo, supuestamente, de un representante político", recuerdan.

Desde el Ayuntamiento consideran "inaudita la propia invasión de un espacio de propiedad municipal sin permiso para el desarrollo de una actividad privada, pero máxime cuando la propia junta directiva del centro le había trasladado ya su negativa, ya que solo se permite la utilización de las instalaciones a alumnado que curse allí sus estudios".

El FS Pozo se declara en rebeldía

Pero en el FS Pozo de Guadalajara lo tienen claro y se han declarado abiertamente en rebeldía: "Viendo el atropello sistemático al que está siendo sometido nuestra entidad se ha decidido de manera unilateral usar las pistas al aire libre del colegio como lugar de entrenamiento hasta que el Ayuntamiento se decida a solucionar el problema, ya que los niños tienen derecho a hacer deporte".

"El club siempre cumple estrictamente todos los protocolos marcados tanto por la Federación de Fútbol de Castilla-La Mancha como la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, por lo que no hay razón para que poco más o menos se intente vender que FS Pozo de Guadalajara es un terrorista biológico", finalizan. Quizá sea un juez el que tenga que decidir quién gana este partido.