Se trata de dos construcciones muy distintas y separadas en el tiempo, pero les une el estado de abandono total en el que se encuentran y el riesgo que presentan de colapso. Son la iglesia de Nuestra Señora de la Blanca, en Matillas, y la Casa del Cid, en Castejón de Henares, ambos en Guadalajara. Su pésimo estado de conservación les ha llevado a ser incluidos en la Lista Roja del Patrimonio que elabora la asociación Hispania Nostra (www.listarojapatrimonio.org), que recoge cerca de 900 monumentos españoles que corren el riesgo de desaparecer si no se actúa de inmediato.
La Casa del Cid presenta un estado crítico, al borde del derrumbe. Se trata de un edificio histórico facturado con muros de tapial, con dos plantas y cubierta a cuatro aguas. Se accede a través de la calle Soledad por un portón adintelado que comunica a un patio interior que distribuye el acceso a la primera y segunda planta, a esta última se accede a través de una escalera adosada a la medianería del edificio ubicado al oeste.
Edificada entre los siglos XI y XV, la tradición popular cuenta que esta casa fue del Cid cuando conquistó este asentamiento árabe, hecho que viene recogido en El Cantar del Mío Cid. La edificación se encuentra en la entrada de Castejón y, en torno a la misma, rondan varias leyendas. Una de ellas afirma que aquí vivió una amante del Cid y que el propio Rodrigo pernoctó en sus estancias. La otra nos cuenta que bajo sus cimientos se escondió un gran tesoro, al que se puede acceder también desde una de las cuevas que se encuentran en la falda de la montaña. A lo largo de la historia, la Casa ha sido utilizada con diferentes fines, como almacén y cárcel. Todo esto unido a los estragos de la Guerra Civil, el paso del tiempo y el abandono que ha sufrido la casa, ha hecho de la misma un lugar inhabitable que amenaza ruina.
La iglesia, en igual estado
La iglesia de Nuestra Señora de la Blanca, de origen románico tardío, pero muy modificada en el siglo XVI, se halla en la ahora denominada “Matillas la Vieja”, situado en un altozano a un kilómetro y medio del pueblo actual de Matillas. Poseía catorce viviendas, plaza, iglesia, bodegas excavadas en la tierra y corrales. Sin embargo, fue progresivamente despoblándose en beneficio del barrio nuevo junto a la fábrica de cementos inaugurada en 1909, hasta que en 1965 la última familia que habitaba el pueblo se marchó.
La antigua iglesia conserva algunos elementos arquitectónicos del románico tardío de repoblación, es decir, del siglo XIII. A los pies se dispone un campanario con dos vanos, a su izquierda, adosado, se encuentra el cementerio. La entrada al templo se realiza a través de una portada de arco de medio punto de doble arquivolta que descansa en capiteles. Aún se conserva una de las hojas de madera que conformaban la puerta. El techo cedió hace mucho tiempo y las grietas han empezado a poner en serios aprietos el devenir del edificio.