Un total de setenta niños residen en la actualidad en los nueve centros de menores tutelados por la Junta de Comunidades en la provincia de Guadalajara, muchos de los cuales podrían pasar a vivir de forma temporal con una familia de acogida.
Por ello, la delegada provincial de Bienestar Social de la Junta en Guadalajara, Inmaculada Tello, ha animado a la ciudadanía a que se sume al programa de acogimiento para conseguir que dichos menores puedan residir preferentemente en ese entorno familiar de modo temporal, tal y como ha indicado el Ejecutivo regional en un comunicado.
Tello ha explicado que la Administración regional asume la tutela de los menores cuando por cualquier circunstancia se produce una situación de desamparo, según queda regulado en la Ley de Protección Social y Jurídica de la Infancia y la Adolescencia de Castilla-La Mancha.
Según ha explicado la delegada de Bienestar Social, la teoría sobre protección del menor indica que lo mejor es que los menores estén con sus familias, pero cuando esto no es posible o existe una situación que hace que el entorno familiar no sea el más adecuado para su bienestar se intenta, de modo prioritario, que el menor resida con algún miembro de su familia extensa hasta el tercer grado de consanguineidad y cuando esto no es posible se recurre al acogimiento en familia ajena.
En algunas ocasiones, el acogimiento familiar no es viable en ninguna de sus tipologías y los menores pasan a hogares tutelados.
Continuo seguimiento
El programa de acogimiento familiar acompaña en todo momento a las familias acogedoras, desde la primera entrevista, pasando por la formación requerida y con un continuo seguimiento y apoyo durante el acogimiento, porque, según ha puntualizado la delegada de Bienestar Social, “lo que se quiere conseguir es un buen acogimiento, en el que primen siempre los intereses de los menores, pero ayudando y apoyando a las familias que les abren sus hogares”.
Para ello, las familias reciben formación previa al acogimiento y cuentan con apoyo y asesoramiento durante todo el proceso. Asimismo, se conceden ayudas económicas para cubrir los gastos que se generen durante el periodo en el que el menor es acogido.
Debido a las diferentes necesidades que suelen presentar estos menores, se han establecido tres tipologías de acogimiento.
Por un lado, existe la Modalidad de Acogimiento de Urgencia, que se trata de un acogimiento rápido debido a una necesidad que exige una respuesta inmediata y cuya temporalidad no puede superar los seis meses.
Acogida temporal o permanente
Por otra parte, existen las posibilidades del Acogimiento Temporal, que tiene una duración máxima de dos años y el Acogimiento Permanente, que se pone en marcha bien porque finaliza el plazo del anterior o por no ser posible la reintegración familiar.
De todos modos, según ha puntualizado la delegada, en los casos de acogimiento, a diferencia de la adopción, la intención es que los menores puedan en un momento volver a su entorno familiar biológico.
Durante la explicación del programa, la delegada ha estado acompañada por dos familias acogedoras de Guadalajara, una de ellas es Josefina, que acoge de manera permanente a una menor desde hace años y es un ejemplo de que una familia acogedora puede serlo unipersonal, ya que en su caso, según ha explicado, no tiene pareja.
“Hay muchos niños y niñas que nos están esperando”, ha declarado Josefina, quien ha recordado que todas las familias tienen el principal recurso que puede ayudar a estos niños, que es el cariño.