El Equipo de Protección de la Naturaleza de la Comandancia de la Guardia Civil (Eprona) ha concluido las diligencias de investigación del incendio forestal iniciado en terreno agrícola, ocurrido el pasado 25 de julio en el término municipal de Cerezo de Mohernando (Guadalajara), con la investigación de una persona como presunto autor de un delito de incendio forestal, que arrasó 1.272 hectáreas y llegó a afectar a viviendas en zonas urbanas y en el medio natural.
En la investigación se comprobó que en el momento del inicio del siniestro, el investigado se encontraba realizando labores de cosecha del cereal con maquinaria, sin tener en cuenta las medidas de cuidado mas elementales, generando un riesgo con su acción, obviando las condiciones meteorológicas adversas debidas a las altas temperaturas y viento intenso.
En nota de prensa, la Guardia Civil ha explicado que el incendio se produjo en unas horas y en una zona de riesgo extremo de propagación de incendios forestales, en las que la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha a través de una resolución vigente entre el 18 de julio y el 7 de agosto, y publicada en el Diario Oficial de la Comunidad, establecía evitar trabajos con maquinaria agrícola debido a la situación excepcional de riesgo de incendios forestales que se ha dado en la segunda quincena de julio.
El incendio se saldó con 1.272 hectáreas calcinadas, principalmente de matorral y de arbolado, junto con terrenos agrícolas. También llegó a afectar a viviendas en zonas urbanas y en el medio natural.
Como consecuencia del mismo también quedó interrumpida la circulación en la vía férrea Madrid-Ariza y un helicóptero que participaba en las labores de extinción sufrió un accidente aéreo. En su extinción participaron 15 medios aéreos y 66 terrestres con un total de 459 personas de los servicios de extinción y la Unidad Militar de Emergencias.