El proyecto de apertura de una nueva mina en la aldea de Naharros, en la Serranía de Guadalajara, ha disparado todas las alarmas en esta bellísima zona de Castilla-La Mancha por dos motivos fundamentales: los daños "irreversibles" que este controvertido proyecto puede provocar en la salud de los vecinos y el entorno natural de toda la comarca y el peligro que ello puede suponer para el futuro de un gran espacio medioambiental sobre el que tienen puesto el foco numerosas entidades sociales y ecologistas. Ya existe una mina en explotación en esta zona.
El ayuntamiento de este pequeño municipio se ha unido con varios de estos grupos para presentar este mismo jueves ante la Consejería de Desarrollo Sostenible de Castilla-La Mancha una serie de alegaciones contra este nuevo proyecto al que consideran altamente perjudicial para todo el entorno. Según explican en la motivación de su recurso, la mina afectaría de forma "irreversible" a la salud de las personas y el futuro del pueblo y de toda la Serranía de Guadalajara, por lo que es necesario poner en marcha medidas de apoyo al desarrollo sostenible, y no una nueva mina a cielo abierto que, tal como aseguran, tendrá "efectos cancerígenos".
Bajo el lema “Por la supervivencia y desarrollo sostenible de nuestro pueblo, nuestra comarca”, se han unido la Asociación Salvemos Naharros y su Serranía, la Asociación Serranía de Guadalajara, el Ayuntamiento de Naharros y los grupos locales de WWF-España en Guadalajara y Ecologistas en Acción, tal como recogen en un comunicado de prensa en el que alertan del problema que se le viene encima a toda la zona.
Efectos sobre la salud
Las alegaciones se oponen a la pretensión de la Cuminer S.A. de abrir una nueva mina a cielo abierto en Sierra Bajera, a sólo 600 metros de Naharros, una explotación que, tal como aseguran, "generará polvo de sílice cancerígeno y acabarán con el único patrimonio de la zona: su entorno natural". Los colectivos reclamantes consideran que el proyecto es un "despropósito" y exigen al Gobierno de Castilla-La Mancha que lo pare y ponga en marcha iniciativas sostenibles que de verdad frenen la despoblación de la zona y "propicien el bienestar de la comarca".
"La pretensión de Cuminer S.A. contradice las recomendaciones de la ONU, la OIT y la UNESCO en materia de desarrollo sostenible y, en este mismo sentido, perjudica actuaciones de la propia Junta de Castilla-La Mancha: la declaración del Parque Natural Sierra Norte, la candidatura del Paisaje dulce y salado de Sigüenza y Atienza a Patrimonio Mundial, o el reciente programa de 2023 para que los antiguos pozos mineros de Hiendelaencina se abran al público", aseguran en su comunicado. La situación, tal como exponen, parece grave y desde su punto de vista hay que evitar el proyecto, al tiempo que recuerdan que Naharros se encuentra en el corazón de este territorio con programas en marcha encaminados a generar un entorno atractivo.
Naharros es una localidas situada junto a Sierra Bajera, cuya composición geomorfológica está recogida en el catálogo de la Directiva de la UE sobre protección de hábitats singulares, lo que obliga a la Administración a proteger y preservar estas formaciones rocosas silíceas y las plantas que albergan, tal como aseguran los colectivos ecologistas. "La nueva mina supondría, además de la destrucción del paisaje, abocar a los vecinos a que respiren polvo de sílice cancerígeno. Cuminer S.A., que cuenta con 40 años de actividad en la zona, no ha cumplido con su obligación de restaurar la zona afectada por la mina que está en explotación", dice el comunicado.
Las entidades promotoras animan a la ciudadanía a disfrutar de la comarca y a participar en sus actividades de divulgación y conocimiento del entorno, "para frenar una agresión que tendría impactos irreversibles y solicita a la Junta de Castilla-La Mancha que impida este atentado ambiental y ecológico y las molestias para los habitantes de Naharros".