Ana Guarinos (Zaragoza, 1969) lleva casi toda su vida vivienda en la provincia de Guadalajara. De niña llegó junto a su familia a Molina de Aragón, localidad donde dio sus primeros pasos en la política, y de ahí se estableció definitivamente en la capital. Aunque ya ha sido concejala en Guadalajara, ahora afronta el reto de reconquistar la Alcaldía para el PP después de cuatro años de mandato de Alberto Rojo. A su oponente político le critica su "dejadez y su conformismo" y se presenta como la alternativa para mejorar la Sanidad, la Economía y la Seguridad de la ciudad. De posibles pactos para alcanzar la Alcaldía, prefiere no hablar: "Mi objetivo es ganar con el apoyo mayoritario de mis vecinos".
-Su elección como candidata del PP fue la última en trascender en las grandes ciudades de Castilla-La Mancha. ¿Fue complicado llegar a un acuerdo con el partido?
-La decisión sobre las candidaturas de las capitales de provincia le corresponde al Comité Electoral Nacional. Hace cuatro años las candidaturas de otras formaciones políticas en Guadalajara se anunciaban a finales de 2018, y este año, la propia candidatura del partido socialista a la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha se anunció un mes más tarde que la mía. absoluta normalidad.
-¿Sería partidaria de dejar que en Guadalajara gobierne la lista más votada, como ha sugerido el presidente nacional de su partido, Alberto Núñez Feijóo?
-El presidente Feijóo firmó y presentó en el mes de enero un Plan de Calidad Institucional y Regeneración Democrática, en el que se planteaba la posibilidad de que gobernase la lista más votada, lo que el PSOE rechazó de lleno y de inmediato. A ello hay que añadir que esta propuesta ya la ha echado por tierra el propio socialismo en nuestra región. Como todos sabemos, Page gobernó en el año 2015 habiendo perdido las elecciones y sin ser la lista más votada gracias a un pacto con Podemos. Por lo tanto, ya está todo dicho.
-En el caso de tener que pactar con otras fuerzas políticas para ser alcaldesa, ¿hasta dónde está dispuesta a llegar?
-En el PP salimos a ganar y a gobernar. Mi objetivo es ganarme la confianza de los guadalajareños, ganar las elecciones y gobernar con el apoyo mayoritario de mis vecinos. Y con ese objetivo voy a trabajar hasta llegar al 28 de mayo. La política de pactos y acuerdos es buena, siempre lo ha sido. Sin pactos la transición hasta llegar a la democracia y a la Constitución de 1978 no habría sido posibles. Soy de las que creen firmemente que hablando se entiende la gente. Soy firme en mis convicciones y principios, pero dialogante y abierta a acuerdos siempre que sean para bien de mi ciudad y de los guadalajareños. Lo que no soy es partidaria de vetos ni de imposiciones. Diálogo, sí. Acuerdos, también. Imposiciones y vetos, ninguno. El pacto es el día a día de la política.
-Si después de las elecciones se convierte en alcaldesa, ¿cuál sería su proyecto estrella? Dicho de otro modo, ¿por qué le gustaría que se recordara su gestión?
-Creo que un alcalde o alcaldesa, o cualquier responsable público debe recordarse, más que por los grandes proyectos o proyectos estrella, por los grandes y pequeños detalles, por la dedicación y entrega a las personas, por la preocupación por sus vecinos y por tratar de resolver sus necesidades y problemas, que no es uno, sino muchos. El principal proyecto y el más importante, sin duda alguna, para cualquier responsable municipal, son las personas, la cercanía, la proximidad, escucharlas y atenderlas y, en la medida de lo posible, resolver sus problemas.
-¿Cómo resumiría los últimos años cuatro de gestión del PSOE en la ciudad?
Han sido cuatro años de conformismo, comodidad y dejadez. Y de incumplimiento de los proyectos con los que se presentaron a las elecciones, que siguen en fase de anuncio o de proyecto. A Rojo le ha sobrado conformismo y le ha faltado ambición. Ha demostrado que no tiene palabra, porque no ha cumplido los compromisos que asumió con su ciudad y con sus vecinos y, por lo tanto, que no es de fiar.
-Hace unas semanas ponía a servicio de los ciudadanos un número de Whatsapp para que le trasladasen sus propuestas. ¿Qué le han dicho?
-Nos han trasladado propuestas, nos han llamado para quedar con nosotros y plantearnos sus problemas. También nos han hecho llegar sus quejas y reivindicaciones. Ha sido y sigue siendo una vía muy útil para mantener cercanía, contacto y escucha activa con los vecinos que así lo deseen.
-¿Cuál es la actuación que ha detectado que es más urgente en Guadalajara?
-La principal preocupación de cualquier persona es la salud, y luego la situación económica y el empleo, y la seguridad. La asistencia sanitaria, aunque no es competencia directa del Ayuntamiento, sí que es de nuestra incumbencia y la principal preocupación de nuestros vecinos, ya que la salud es lo más preciado que tenemos. Hay lista de espera en Atención Primaria y somos el segundo hospital con peores listas de espera de la región. El número de personas esperando para una operación, una consulta o una prueba diagnóstica prácticamente se ha duplicado durante los últimos 8 años de gobierno del partido socialista, pasando de poco más de 9.000 a 15.540. Hay que recordar que Alberto Rojo fue delegado de la Junta de 2015 a 2019. Y el tiempo que tiene que esperar un guadalajareño para una operación es prácticamente el doble que el que tiene que esperar un madrileño. El empleo y la situación económica, también. En Guadalajara, hay cerca de 25.000 personas en situación de vulnerabilidad social, 1 de cada 4 guadalajareños. Si a esto añadimos que somos una de las provincias más inflacionistas de España, significa que nos cuestan más las cosas. Y si además sumamos el coste del precio de la luz o del gas, la conclusión es que las familias tienen muchas dificultades para salir adelante y que llegar a fin de mes para muchas familias es un lujo. Y tenemos más paro que en el año 2021 y 2022, que fueron malos años para el empleo, a pesar de que el mes de marzo, por el tema de la Semana Santa, ha dado temporalmente un respiro. También es un problema para los más jóvenes el acceso a la vivienda, que les dificulta su autonomía y emancipación. Por muchos anuncios que se hagan, la realidad se impone y los datos también.
Y no nos olvidemos de la seguridad. La gente quiere vivir tranquila y segura pero en Guadalajara la delincuencia se ha visto incrementada en un 25% respecto al año pasado.
- ¿Qué soluciones ofrece?
-Las soluciones son poner en marcha todos los servicios en la ampliación del hospital, que fue inaugurado en septiembre y todavía no se ha producido el traslado de los servicios. Incluso hemos sabido que hay camillas que no cogen en los ascensores y se está construyendo un nuevo ascensor. Esto refleja falta de previsión y mala gestión. Poner en marcha un plan de choque contra las listas de espera, reforzar la atención primaria, y recuperar la efectividad del Convenio Sanitario con la Comunidad de Madrid también es primordial. En Economía, aprovechar la ubicación privilegiada de Guadalajara para la instalación de empresas y la generación de empleo, con un Plan Estratégico del Corredor del Henares y una fiscalidad atractiva para que las empresas compitan en igualdad de condiciones con otros territorios vecinos como Madrid. Y en cuanto a la seguridad, la gente quiere vivir tranquila y segura. Para ello hay que dotar adecuadamente de efectivos la plantilla de Policía Local e incrementar la presencia policial en los barrios de la ciudad, especialmente en aquellas zonas en las que existan mayores problemas de seguridad.
-Por último, ¿pase lo que pase el 28M seguirá en el Ayuntamiento?
-Me quedaré donde los ciudadanos de Guadalajara decidan que tengo que estar y estoy convencida de que será al frente del Ayuntamiento, en el Gobierno del cambio que el PP conformará a partir del 28 de mayo. Los ciudadanos no van a perder la oportunidad que necesita Guadalajara para no quedarnos atrás y para mejorar. Ya se han perdido cuatro años. Nos jugamos mucho en estas elecciones, como ciudad, como región y como país.