Naharros es una entidad de ámbito territorial inferior al municipio (EATIM) perteneciente a la minúscula localidad guadalajareña de La Miñosa, con tan solo una treintena de habitantes. Se ubica en el corazón de la Serranía de Guadalajara -una de las más despobladas de España- y en la periferia del Parque Natural Sierra Norte, con un alto valor medioambiental. Allí funciona una explotación minera de cuarcita para obtención de sílice y la Consejería de Desarrollo Sostenible de Castilla-La Mancha tramita un proyecto para abrir un nuevo frente en Sierra Bajera, pese a ser un "hábitat recogido como protegible en la directiva de la Unión Europea sobre la materia", según Ecologistas en Acción Guadalajara.

En una nota de prensa, el colectivo medioambientalista advierte de que la explotación minera supone un "severo impacto ambiental" y es "nociva para la salud debido a la generación de polvo de sílice". El nuevo frente, tal y como recuerdan, estará a tan solo 600 metros de Naharros, por lo que el pasado fin de semana organizaron protestas y varias actividades de divulgación.

El domingo tuvo lugar una marcha-manifestación a la Sierra Bajera, en la que participaron unos 350 vecinos procedentes de numerosos pueblos de la comarca. Según Ecologistas, "se unieron en su esfuerzo por rechazar el principal exponente en la Serranía de una actividad que se enfrenta al posible desarrollo sostenible de la zona".

Naharros con la Sierra Bajera de fondo a 600 metros.

Ciudadanos particulares, alcaldes, representantes de la Asociación Serranía de Guadalajara y los grupos locales de Guadalajara de Ecologistas en Acción y WWF   reclamaron la intervención, como "autoridades competentes y responsables", de la actual consejera de Desarrollo Sostenible, Mercedes Gómez, y de José Luis Escudero, anterior consejero y actual delegado de la Junta de Comunidades en Guadalajara, "para tomar las decisiones que impidan la apertura de ese nueve frente minero en Sierra Bajera".

Solicitan, además, que "se otorgue figura de protección a esta cadena de sierras, cuyos hábitats están incluidos en la directiva 92/43/CEE sobre hábitats de interés comunitario, atendiendo al conjunto de programas y orientaciones de desarrollo sostenible y a lo dispuesto en la propia Ley 9/1999 de Conservación de la Naturaleza de Castilla-La Mancha".

Por último, han argumentado que los "esfuerzos encaminados a potenciar un amplio corredor de desarrollo sostenible desde Sigüenza-Atienza (candidatura a Patrimonio Mundial de la UNESCO) hasta Hiendelaencia colisionarían frontalmente con planteamientos para extender explotaciones mineras nocivas a cielo abierto en el corazón de la zona".