Irueste es un pequeño municipio de Guadalajara con menos de 70 habitantes que se encuentra en plena lucha contra la despoblación. Por ello, desde el Ayuntamiento han buscado a una persona para gestionar el bar municipal, una labor que ha recaído en Pilar, que se ha mudado a este pueblo desde Tarragona junto a su pareja para "sacar adelante el establecimiento".
Una labor que no está siendo fácil, ya que, tras el primer mes al frente del local, Pilar ha tenido "más gastos que ganancias". Así lo ha expresado en una entrevista a EL ESPAÑOL – EL DIGITAL CLM la tarraconense, que fue elegida entre 4.000 candidaturas para ponerse al frente del bar municipal por 10 euros de alquiler y casa gratis.
"Tengo 50 años y, junto a mí pareja, que trabajará en Guadalajara, decidí venir aquí buscando un poco de paz y tranquilidad. Estuvimos el año pasado en Irueste de vacaciones y nos encantó", ha explicado la hostelera, una profesión que ha ejercido toda la vida en Cataluña.
Y es que la tranquilidad no falta en Irueste, ya que, tal y como confiesa, en estos meses viven en el pueblo unas 20 personas. "Yo quiero sacar el bar adelante, pero cuesta, porque el primer mes ha venido muy poca gente y he tenido pérdidas", ha lamentado.
Una situación que espera que se revierta este mes con la Semana Santa y la llegada de la época estival, porque su intención a largo plazo es quedarse en Irueste mucho tiempo. "En un futuro quiero elaborar tapas y ofrecer comida a los clientes. Tengo que hacer algunos cambios", ha sentenciado.
Propuesta contra la despoblación
El Ayuntamiento de Irueste recibió más de 4.000 mensajes de personas interesadas por ponerse al frente del bar municipal, único lugar de encuentro de los vecinos que estaba en peligro de desaparecer tras la jubilación de su anterior gestor.
Por ello, en una clara propuesta para luchar contra la despoblación, desde el Consistorio ofrecieron el establecimiento por un alquiler simbólico de 10 euros al mes, el 30 % del consumo de luz en invierno y el 40 % en verano, además de vivienda gratis.
"Buscábamos una pareja, porque vivir solo del bar es difícil. También, que conociesen el mundo de la hostelería y que les gustase el pueblo. Elegimos varias familias y, finalmente, nos decantamos por la de Tarragona. Tienen mucha ilusión", ha reconocido el alcalde, Pedro del Olmo, a este medio.