Como cada mes de julio, el municipio guadalajareño de Brihuega se ha vuelto a convertir en un mar de tonos azulados y violetas, ofreciendo un espectáculo visual y un aroma único en el mundo tras la floración de sus campos de lavanda.
Las más de 1.000 hectáreas de cultivo del municipio, que suponen el 10 % de la producción mundial de lavanda, han llevado a Brihuega a convertirse en epicentro mundial del turismo, recibiendo decenas de miles de visitantes durante este mes.
Además, desde 2015 los campos morados del municipio albergan el Festival de la Lavanda, un espectáculo que mezcla color, aroma y música. Este viernes ha arrancado la décima edición con la actuación de Maldita Nerea y un éxito de afluencia. Este sábado es el turno de Rozalén.
Por su parte, el Ayuntamiento de Brihuega se ha hecho eco de esta fotogalería de EL ESPAÑOL - EL DIGITAL CLM en redes sociales.