Los dos restaurantes de Telepizza en Guadalajara, el del Bulevar de Entrepeñas y el de la Plaza de Bejanque, se han visto obligados a cerrar sus puertas al quedarse sin plantilla y sin suministro de productos.

Así lo ha asegurado en una nota de prensa el sindicato UGT, que achaca esta situación a los impagos por parte de la empresa concesionaria de la franquicia, Acoplaza Restauración S.L., lo que ha llevado también a que dos terceras partes de la plantilla hayan dejado ya el trabajo.

El primer centro cerró hace unos días al quedarse sin plantilla ya que la mayor parte de los trabajadores decidieron marcharse porque llevaban varios meses sin pagar. A esta situación se ha sumado ahora el cierre, desde este mismo martes, del Telepizza de Bejanque, en este caso porque, al parecer, tal y como ha confirmado a Europa Press el representante del sector de Hostelería de la Federación de Servicios, Movilidad y Consumo de UGT en Castilla-La Mancha y Guadalajara, Ismael Domínguez, al no pagar, ya no estaban recibiendo productos y los que tenían se encontraban caducados.

Petición de subrogación

Domínguez ha pedido a Acoplaza que si no puede asumir sendas aperturas que subrogue este servicio a otra empresa porque "los trabajadores no tienen la culpa de la nefasta gestión del empresario que hay detrás de dicha empresa".

Según Domínguez, los problemas vienen desde hace seis meses. Fue entonces cuando la plantilla empezó a cobrar mal y tarde, una situación que desde UGT denunciaron ante la Inspección de Trabajo y la empresa concesionaria de la franquicia fue multada por una infracción grave al no presentar la documentación requerida.

Al no pagar ni a los trabajadores ni a Telepizza, el franquiciado tampoco está recibiendo los productos necesarios para hacer las pizzas, afirma Domínguez, a quien le han llegado rumores de que antes de cerrar en Bejanque podrían incluso haber suministrado algún alimento caducado.

La empresa "no da señales"

"Este franquiciado lleva algún tiempo cometiendo irregularidades. Ello ha hecho que se haya quedado poco a poco sin gente y que ya no quiera ir nadie con ellos", abunda Domínguez, lamentando que Acoplaza "no de señales de nada".

Parte de la plantilla que se ha marchado ya ha recurrido también al servicio de mediación para reclamar sus salarios por impago, un paso previo a recurrir a la vía judicial.

UGT pide a la empresa que tiene esta franquicia que se haga cargo de los pagos pendientes y que si no puede asumir dichos costes ni encargarse de los centros, que lo comunique para que la plantilla pueda ser subrogada.