Piden al Ayuntamiento de Toledo que adecúe los nuevos resaltos instalados para reducir la velocidad

El secretario de Carreteras y Urbanos de la Federación de Servicios, Movilidad y Consumo (FeSMC) de UGT en Castilla-La Mancha, Pedro Barriga, ha pedido en una reunión mantenida con el concejal de Movilidad, Seguridad Ciudadana y Protección Civil y de Deportes, Juan José Pérez del Pino, que el Ayuntamiento de Toledo adecue los reductores de velocidad a la normativa vigente porque "afectan a la salud laboral de los conductores de los autobuses municipales".

El responsable de UGT ha trasladado al concejal un informe técnico, elaborado por la sección sindical de UGT en Unauto, que constata el incumplimiento de la normativa de realces en la calzada, tras la última invasión en la ciudad de los reductores de velocidad de tipo "lomo de asno", que son causantes de "graves daños en los vehículos, afectando también la salud laboral de los conductores que circulan por nuestras calles, en especial atención a los de los autobuses urbanos de Toledo", según ha informado el sindicato en nota de prensa.

De esta manera, el informe indica que "en algunas líneas llegan a pasar un total de quinientas veces en una jornada por estos reductores, sin contar los de tipo trapezoidal, dispuestos normalmente en los pasos de peatones, por lo que se ven en la obligación de demandar una solución al Gobierno municipal responsable en la materia".

El informe de los trabajadores de Unauto ha detectado "el abuso en la instalación de estos reductores, la falta de planificación de sus ubicaciones idóneas y la ausencia de criterios y normalización en sus dimensiones y ejecución, que están provocando unos inconvenientes no menores, por encima de los beneficios que se pretendían obtener".

Inconvenientes de los reductores

Entre los inconvenientes ha destacado que "reducen la eficacia de la red viaria, producen ruido en el entorno, generan incomodidad a los usuarios del autobús o molestias físicas en los conductores profesionales", entre otros.

Barriga ha recordado que el Ministerio de Fomento publicó la Orden FOM/3053/2008 de la Instrucción técnica que normaliza el diseño y ejecución de los nuevos reductores de velocidad, que "en la mayoría de los casos no se ha cumplido en Toledo".

En este sentido, ha señalado que estos reductores de velocidad "en la mayoría de los casos" van acompañados por una señal vertical de 20 kilómetros por hora, pero "difícilmente pueden superarse a una velocidad superior a 10 kilómetros por hora sin causar graves daños a los vehículos".

Además, ha denunciado que "algunos peatones cruzan por ellos al confundirlos con pasos de cebra y el consiguiente riesgo para la integridad de los viandantes". En otros casos, "las señales o están ocultas o no son adecuadas a la velocidad real de la vía

Situación de la Plaza del Conde

Por otro lado, FeSMC UGT denunció el 23 de febrero de 2017, "la problemática que existe en la Plaza del Conde, donde tienen que maniobrar los conductores que conducen los autobuses urbanos de las líneas 2 y 12, que todos los días y sobre todo por la noches se encuentran que no pueden dar la vuelta y maniobrar para cambiar de trayecto, debido a conductores poco cívicos que no respetan la señalización de prohibido aparcar o estacionar".

"Los delegados de UGT miembros del comité de empresa Unauto SL denuncian esta situación que lleva a los conductores la imposibilidad de continuar su trabajo y quedarse atrapados casi a diario, retrasando sus horarios de salida", ha concluido Pedro Barriga.