Todos los detalles de la restauración de una de las joyas de la Catedral de Toledo
La restauración de la sala capitular de la Catedral de Toledo ha comenzado con la limpieza de las pinturas al óleo sobre muro de yeso que realizó Juan de Borgoña hace 500 años y con el cambio de iluminación, y en conjunto la obra avanza a "buen ritmo" aunque es un trabajo "lento".
El canónigo delegado de Patrimonio de la Catedral Primada, Juan Pedro Sánchez, ha explicado a Efe cómo se están desarrollando las primeras semanas del trabajo de restauración en la sala que mandó construir el cardenal Cisneros y que reúne 125 metros cuadrados de pinturas sobre las paredes.
Hasta el próximo otoño, la Catedral de Toledo está inmersa en la restauración de su sala capitular, que se acomete coincidiendo con el quinto centenario del fallecimiento de Cisneros y que hará posible cambiar la iluminación y la climatización, preservar el artesonado y, sobre todo, limpiar las pinturas para que retornen a sus colores originales tras los sucesivos repintes.
"Hay cosas que van a chocar porque van a quedar distintas, buscando el original", ha advertido el responsable de Patrimonio del templo.
De hecho, una de las principales dificultades del equipo restaurador son los repintes realizados en las pinturas de los murales, algunos hechos apenas 50 años después del trabajo de Juan de Borgoña, según detalló el restaurador de la Catedral, Antonio Sánchez-Barriga, cuando presentó el proyecto de restauración el pasado mes de marzo.
Cuando la restauración de la sala concluya se percibirán las pinturas de forma diferente, con su perspectiva original, menos planas que como se han conocido.
Sitio de reunión del cabildo
La sala capitular de la Catedral de Toledo es una de las joyas del templo y en el ámbito eclesiástico es el lugar donde el cabildo (la institución que administra la Catedral) se reúne para tomar decisiones.
No obstante, la sala que ahora se está restaurando no fue la primera sala capitular de la Catedral de Toledo: hubo una primitiva sala que el cardenal Cisneros quiso convertir en capilla para conservar la liturgia hispano mozárabe (un uso que se mantiene), y decidió construir una nueva sala capitular, la actual.
El canónigo delegado de Patrimonio ha subrayado que la obra de limpieza y restauración va "muy bien, a buen ritmo", aunque ha reconocido que es un trabajo "lento", en particular la limpieza de los repintes en las paredes.
En cuanto a la iluminación se van a colocar LED, que conllevará un ahorro energético del 80 por ciento y, además, evitará calor y tendrá un mantenimiento menor.
De hecho, la restauración se hacía necesaria para preservar las pinturas y que la sala ofrezca una temperatura y humedad constantes.