El ministro de Fomento, José Luis Ábalos, que ha calificado de "inadmisible" el sabotaje en el tren descarrilado en Torrijos (Toledo), ha asegurado que le provoca "rechazo" y ha apelado a la responsabilidad para "aquellos que en estos años, cuando gobernaban los suyos, no dijeron nada y cuando han dejado de gobernar los suyos la paciencia se les acaba".
Así lo ha afirmado en una rueda de prensa en Valencia, preguntado por el descarrilamiento de este tren en las proximidades de la estación de Torrijos (Toledo), que realizaba el recorrido entre Zafra y Madrid. Adif ha determinado que se debió a la colocación de un fragmento de carril de aproximadamente 70 centímetros en la caja de la vía.
"El sabotaje no me puede producir más que rechazo, pero en una vía que está siendo objeto de irritación, exigencia y crítica es inadmisible la aportación de algunos, me parece tremendo. Me preocupa que es la segunda incidencia en el mismo punto y cuatro más desde enero", ha lamentado Ábalos.
Por ello, ha subrayado que no sabe si "buscan llamar la atención o agravar el problema" y que espera "que no busquen que haya ninguna desgracia y sobre todo ninguna desgracia que endosar a otros", por lo que ha apelado a la "responsabilidad".
"Aquellos que en estos años, cuando gobernaban los suyos, no dijeron nada y cuando han dejado de gobernar los suyos la paciencia se les acaba. Algunos intentamos hacer lo que podemos, ya me gustaría no haberme encontrado con esto", ha criticado.
El titular de Fomento ha resaltado que la infraestructura ferroviaria entre Madrid y Extremadura responde al "abandono y la desidia" y ha señalado que es algo que se encontró y que elaboraron un plan de choque con el presupuesto y material disponibles. "En España no se compra un tren desde 2007 y el último tren incorporado es de 2011", ha ilustrado.
También ha sostenido que por la infraestructura de esa vía "no es fácil" adquirir material que pueda ser "trasladable", ya que ha puntualizado que está sin electrificar y por el ancho de la vía. Pese a ello, ha explicado que sustituyeron trenes y salvaron las limitaciones de velocidad.
Y ha destacado que esto "permitió consecuencias positivas: en noviembre hubo dos incidencias y en diciembre ninguna, con la desgracia que el 1 enero hubo tres en un mismo día".