El padre de la toledana Laura Sanz, la mujer toledana fallecida el pasado sábado en el centro de París a causa de una explosión de gas, ha sido entrevistado este martes por Carlos Herrera en la Cadena Cope, donde ha dejado un sobrecogedor testimonio sobre el suceso que le costó la vida a su hija, vecina de la localidad de Burguillos y cajera de un supermercado del barrio de Santa Bárbara.

José Luis Sanz ha relatado, lleno de rabia e impotencia, que el marido de Laura pidió ayuda a través de la ventana del hotel en el que estaban alojados pero que nadie les prestó ayuda tras la explosión ocurrida en la panadería de enfrente. "Todo el mundo estaba con los móviles grabando”, ha denunciado. El marido cogió entonces a su esposa en los brazos y salió a la calle, pero “las malas personas, de mal corazón” seguían con sus móviles filmando hasta que un bombero cogió a Laura y le hizo un masaje cardíaco. Fue entonces cuando la trasladaron al Hospital Universitario de París, donde se certificó su muerte horas después.

“Mi yerno tuvo que esperar 6 horas sin que nadie le guiara, sin intérprete, sin orientación en el hospital y sin que nadie le dijera nada. Eso es atroz”, ha añadido el padre de Laura, que viajaba por primera vez a la capital francesa y ha fallecido a los 38 años dejando a tres hijos de corta edad. La explosión de la panadería de enfrente del hotel en el que la pareja se alojaba provocó que el marco de la ventana de la habitación cayese fatalmente sobre la mujer. 

Desde París, el padre de Laura ha informado en Cope sobre los trámites que están realizando para repatriar el cadáver de su hija con celeridad, aunque vive con “incertidumbre” ese momento porque en un principio les dijeron que la operación tendría lugar este miércoles pero por cuestiones burocráticas puede retrasarse hasta el viernes. “Yo no me muevo de aquí sin mi hija”, ha señalado antes de denunciar el abandono que sienten por parte de las administraciones. "Nos recibió el consulado y nos llevó al hospital, pero cuando les dijimos que no queríamos una habitación, allí desapareció todo el mundo. Nadie de ellos se ha preocupado por nosotros. Desde el momento de la explosión, hemos vivido una aventura desgarradora que no le deseo a nadie”, ha añadido. 

Un drama familiar

Según recoge la web de Cope, el padre de Laura Sanz también ha tenido palabras de apoyo para su yerno, de quien ha dicho que lo que ha pasado no se lo desea a nadie. “Él no se separa de mi hija, sigue dándole besos en la boca. No he visto tanto amor en mi vida. Estoy delante de él sin derramar ni una lágrima. Luego, ya soltaré el lastre que tenga que soltar”, ha confesado.

A día de hoy, los hijos de Laura Sanz “están callados y no preguntan” por su madre. “Algo se percatan”, ha dicho el abuelo, ya que solo han hablado por teléfono con su padre.