Familiares, amigos y vecinos de Toledo y de Burguillos de Toledo han dado su último adiós este jueves a Laura Sanz, la mujer toledana que este sábado fallecía en París tras una explosión en una panadería.
Más de un centenar de personas han asistido al funeral de Laura, que se ha celebrado en el tanatorio municipal de la capital regional. La capilla se ha quedado pequeña para el acto, ya que más de una veintena de asistentes no han podido entrar a despedir a la fallecida.
En la ceremonia, el párroco de la parroquia toledana de San José Obrero, José Antonio Jiménez, más conocido en la ciudad como 'Quillo', ha querido transmitir fuerza a la familia y los allegados de Laura. "Después de la tormenta, siempre sale el sol", ha expresado.
Tras el funeral, los restos mortales de Laura se han dispuesto para ser incinerados.
El suceso ocurrió poco antes de las 9.00 horas del sábado en una panadería situada en la calle de Trévise, en el distrito 9 de París, después de que comenzara a arder.
A causa de la explosión tres personas fallecieron, la toledana y dos bomberos, y más de 40 resultaron heridas de diferente consideración.
Tras los trámites necesarios para la repatriación de Laura, el cuerpo de la toledana llegaba este miércoles a las 22.00 horas a España, tras lo que fue trasladado a Toledo.