La presidenta de Adif, Isabel Pardo de Vera, ha asegurado que hay "indicios" de "material identificado fuera de la vía" donde descarriló un tren el pasado 14 de enero cerca de Torrijos (Toledo), y ha añadido que la investigación no concluye "cómo pudo llegar ese elemento a la vía" ni puede "avanzar ninguna conclusión".
"Los informes que se han recabado por parte de los responsables de Adif sí desde luego evidencian indicios por haber encontrado un cupón de vía, un trozo de vía, un material identificado fuera de la vía entre el talonamiento de una aguja que impide cerrar el desvío", ha explicado Pardo de Vera.
En ese sentido, ha añadido que tienen "esos indicios" pero que ni en la investigación de la Guardia Civil ni en la de "dentro de Adif concluyen cómo pudo llegar ese elemento a la vía" por lo que "lógicamente" no puede "avanzar ninguna conclusión".
A este respecto, la responsable de Adif ha señalado que "cada vez que hay un incidente en el sistema ferroviario" se hace una investigación "por parte del Administrador, de la Dirección de Seguridad" que se remite al Ministerio de Fomento "para conocer las causas raíz y, en su caso, tomar las medidas oportunas".
Asimismo, sobre la investigación que de este incidente está llevando a cabo la Guardia Civil, Pardo de Vera se ha mostrado "prudente" con respecto a los "resultados" de la misma.
Pardo de Vera se ha referido así, a preguntas de los medios durante una rueda de prensa este lunes en Mérida tras la reunión del Pacto por el Ferrocarril, al descarrilamiento de un tren el pasado 14 de enero en las proximidades de la estación de Torrijos (Toledo), que realizaba el recorrido entre Zafra y Madrid.
Tras la correspondiente investigación, Adif determinó que el descarrilamiento, ocurrido en torno a las 19.15 horas de ese día, se debió a la colocación de un fragmento de carril, de aproximadamente 70 centímetros de longitud, en la caja de la vía.
De este modo, explicó que al paso del tren el fragmento hizo un efecto de cuña sobre los raíles, provocando su rotura y el consiguiente descarrilamiento del primer eje del tren. El tren circulaba en ese momento a aproximadamente 150 kilómetros hora, conforme a los límites de velocidad establecidos para este punto.
En el tren viajaban 33 personas que no sufrieron daños personales y que fueron transbordadas a otro tren para continuar su destino hasta Madrid. El incidente afectó a la circulación de otros tres trenes (Madrid-Cáceres, Badajoz-Madrid y Madrid-Talavera).