Varias organizaciones políticas se han aliado para que se reconozca la importancia histórica, también desde una perspectiva feminista, de María Pacheco, la líder comunera que encabezó la resistencia de la ciudad de Toledo en el año 1521, después de morir en la batalla de Villalar los capitanes Juan de Padilla, Juan Bravo y Francisco Maldonado.
Izquierda Unida Castilla-La Mancha, Partido Castellano e Izquierda Castellana se han unido en la petición al Ayuntamiento de Toledo para que se instale una estatua de María Pacheco en la ciudad, una reivindicación que persigue desde hace años el Partido Castellano y a la que ahora se han sumado otras formaciones.
"Queremos que las mujeres se visibilicen", ha explicado este viernes a Efe la responsable de Mujer de IU Castilla-la Mancha, Isabel Álvarez, y en particular esas mujeres "que a lo largo de la historia han estado visibilizadas por figuras masculinas que, al parecer, tuvieron los mismos logros que ellas pero prevalecen (ellos) en la historia".
Ha señalado que la figura de Pacheco se puede reivindicar desde una perspectiva feminista, como la de "una mujer luchadora, una mujer que tenía unas convicciones que defendía exactamente igual que un hombre".
En este sentido, ha añadido que a lo largo de la historia se multiplican los ejemplos de mujeres asumiendo un "papel sumiso", dedicadas al cuidado de su casa y los hijos, cuando la realidad es que "las mujeres aspiramos a cambiar" en la misma manera que los hombres.
Representantes del Partido Castellano, Izquierda Unida e Izquierda Castellana van a registrar en la mañana de este viernes en el Ayuntamiento de Toledo un escrito para solicitar un monumento que reconozca y visibilice la importancia histórica de María Pacheco.
Además, estas organizaciones han organizado mañana, 2 de febrero, un acto en la Plaza de Zocodover de homenaje a Pacheco y al resto de líderes comuneros, que finalizará en la Plaza de Padilla, donde leerán un manifiesto.
Tras la derrota de la batalla de Villar, el el 23 de abril de 1521 y la muerte de los capitanes comuneros -Juan Bravo, Juan de Padilla y Francisco Maldonado-, la ciudad de Toledo resistió de la mano de María Pacheco y sus más fieles comuneros hasta el día 3 de febrero de 1522, cuando Pacheco abandonó Toledo hacia el exilio en Portugal, del que no regresó porque Carlos I nunca perdonó su rebeldía.
"El feminismo es la idea loca que defiende que las mujeres somos personas, con nuestras propias aspiraciones y nuestras luchas", ha resumido Isabel Álvarez.