La organización conservacionista WWF ha pedido al Gobierno de Castilla-La Mancha que tenga "una mayor eficacia y determinación" en la lucha contra el uso de cebos envenenados, ante la falta de sanciones en casos de envenenamiento de especies protegidas en la provincia de Toledo.
En una nota de prensa enviada este jueves, WWF ha destacado que Toledo es una provincia estratégica para la conservación de la mayor parte de las aves rapaces y carroñeras de España, que "se encuentran gravemente amenazadas por la incidencia del veneno".
Al respecto, el grupo conservacionista ha indicado que "solo en el periodo 1990-2017 se localizaron en Toledo 84 ejemplares de buitre negro envenenados (28 de ellos desde 2005), 51 ejemplares envenenados de águila imperial (36 de ellos desde 2005) y 74 ejemplares envenenados de milano real (61 de ellos desde 2005).
Ante este alto número de envenenamientos y la falta de sanciones en muchos de los casos, WWF se ha dirigido al director general de Política Forestal y Espacios Naturales de Castilla-la Mancha, Rafael Cubero, y al director provincial de la Consejería de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural de Toledo, José Luis Rojo, para reiterarles "la necesidad de aplicar la ley en casos de envenenamientos".
El responsable del programa de especies de WWF, Luis Suárez, ha considerado que "es urgente reducir la impunidad en el uso de cebos envenenados en Toledo, donde estas prácticas han tenido y tienen una incidencia crítica en especies como el águila imperial ibérica, el buitre negro o el milano real, entre otras".
Para ello, el Ejecutivo autonómico "debe actuar con contundencia y aplicar todas las herramientas que la ley pone a su disposición", ha añadido Suárez.
Por otra parte, WWF ha solicitado ser parte interesada en los expedientes de algunos de los casos más graves en 2017 y 2018 en la provincia, como los que se produjeron en los municipios de Yunclillos, Lagartera y Valmojado, en los que se encontraron muertos por envenenamiento ejemplares de varias especies, algunas amenazadas, como el milano real, y decenas de cebos envenenados.
En los tres casos intervinieron agentes medioambientales o agentes del Seprona de la Guardia Civil y, al menos en los dos últimos, las inspecciones se reforzaron con la intervención de la unidad canina especializada en la detección de venenos de la Junta de Castilla –La Mancha, con base en Albacete, ha señalado la organización conservacionista.
El uso de cebos envenenados es un delito y una infracción administrativa muy grave, que puede acarrear importantes sanciones, ha recordado WWF, que ha precisado que en la provincia de Toledo se utiliza principalmente en cotos de caza.
En este sentido, ha apuntado que la Consejería de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural ha confirmado recientemente su voluntad de poner en marcha en Toledo una segunda unidad canina regional, especializada en la detección del uso ilegal de cebos envenenados, cuyos guías serían agentes medioambientales.