El antiguo convento de Santa Fe, transformado en 'Colección Roberto Polo. Centro de Arte Moderno y Contemporáneo de Castilla-La Mancha', estará custodiado por un grupo escultórico de diez guardianes de unos 3,7 metros de altura, obra del artista Miquel Navarro, que representan la vida cotidiana. Se trata de una decena de piezas -que forman parte de un grupo escultórico compuesto por un total de 24- que, bajo el título 'Figuras para la batalla' se ubicarán en el Paseo del Miradero, en la plaza que da acceso al museo.
En declaraciones a Efe, el autor ha explicado que estas figuras, realizadas en aluminio marino, tienen un carácter metafórico que simboliza "cómo peleamos y cómo nos amamos en la vida cotidiana". Ha añadido que cada uno de los guerreros que componen esta guardia -de los que ocho se ubicarán en posición vertical y dos en horizontal y que tienen un peso cercano a los 300 kilos- lleva su escudo y tiene sonido, puesto que son como un 'gong': "Les das, suenan y se convierten en una orquesta", ha remarcado.
Las esculturas han comenzado a instalarse esta noche y permanecerán tapadas, probablemente, hasta este miércoles, cuando está previsto que abra al público parte de la colección del artista cubano-estadounidense Roberto Polo, en concreto, 250 obras de arte moderno y contemporáneo que van desde las vanguardias históricas hasta el siglo XXI.
Además, a estos diez guardianes del museo hay que añadir, en el espacio arqueológico de la sala menos uno, otra obra de Navarro elaborada con material "más rústico" que, bajo el título 'Sombras lunares', recrea una ciudad "primitiva y arcaica". El artista ha explicado que, por una parte, hay zona necrológica representada con huesos y, por otra, el hábitat, coronadas en el centro por un elemento totémico que es la luna como protectora de esa ciudad.
"Es un elemento lírico", ha asegurado Navarro, quien ha destacado que hay "una simbiosis" entre la parte arqueológica del edificio y la obra escultórica. El autor ha celebrado el hecho de poder aportar sus obras a la inauguración de la colección Roberto Polo, de cuyo legado ha resaltado que es "muy singular, muy bello" y que "no se parece en nada a otras colecciones y por eso tiene un atractivo especial".
Por su parte, el director de la Colección Roberto Polo, Rafael Sierra, ha señalado a Efe que le parecía "muy interesante" poner "en diálogo" en este espacio "emblemático" la parte arqueológica que alberga el antiguo convento de Santa Fe con arte contemporáneo que se relacione con el pasado.
En este sentido, ha subrayado que la obra de Miquel Navarro se puede relacionar tanto con el pasado como con el futuro, pero ha agregado que su relación con el pasado es "absolutamente brutal", ya que "viendo las piezas, los ensamblajes, da la sensación de que nos encontramos ante un verdadero yacimiento arqueológico".
La obra de este artista se podrá contemplar, en principio, durante un año, en este espacio que, como ha destacado Sierra, está "cargado de historia", pues "hay sustratos desde el siglo XII en adelante". "Se han ido superponiendo capas a lo largo de los siglos y nosotros con esta instalación venimos a superponer la capa del siglo XXI", ha concluido el director de la Colección Roberto Polo. Desde su inauguración el 27 de marzo, y hasta el lunes 1 de abril, la entrada al museo Roberto Polo en el antiguo convento de Santa Fe de Toledo será gratuita.