La Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo compartirá en su página web el estudio de la evolución de la población del Casco Histórico de Toledo, obra de Beatriz Larraz, de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM), Enrique García Gómez y Juan Estanislao López Gómez.
Este informe tiene entre sus objetivos abordar de manera integral el estudio de la despoblación en el Casco Histórico de Toledo a lo largo de los últimos quinientos años.
Conjuga las aportaciones realizadas desde la segunda mitad del siglo XX por representantes ya clásicos de la historiografía toledana, como Julio Porres Martín-Cleto y Fernando Martínez Gil, con la consulta e interpretación de herramientas actuales, desde los censos de población sistemáticamente elaborados cada década desde comienzos del siglo XX hasta los padrones municipales realizados cada año por el Ayuntamiento.
El estudio de la evolución de la población del Casco Histórico de Toledo es, desde esta perspectiva, un magnífico punto de partida que conecta el pasado con el presente, y que permitirá en el futuro tanto nuevas actualizaciones como una mayor incorporación de estudios y bibliografía sobre el pasado de esta ciudad, según ha informado la Real Academia en nota de prensa.
El informe comienza con una breve reseña histórica en la que se explican claves historiográficas como los coeficientes de población por vecino y las consecuencias del establecimiento de la Corte en Madrid con carácter permanente, lo que traería consigo una paulatina retirada de la población y la evidencia de una gran cantidad de religiosos entre los siglos XVI y XX.
A continuación es analizado el periodo 1986-2017, en donde se recoge la evolución poblacional del Casco en relación con los principales hechos de esta etapa, como la Declaración de Toledo como Ciudad Patrimonio de la Humanidad (1986), Plan Especial del Casco Histórico (1994), entrada en vigor de la ORA (1997), creación del Consorcio (2001), llegada del AVE (2005) e inicio de la crisis económica (2007). Durante esta horquilla de poco más de treinta años, el Casco Histórico pasó de los 13.599 habitantes empadronados en 1986 a los 10.400 del 1 de enero de 2017. La cifra contrasta con el importante incremento observado en el conjunto de la ciudad (43,9 por ciento), pasando la población de 58.198 a 83.741 habitantes.
El periodo de cierto estancamiento poblacional entre 1996 y 2004 se convertiría en tendencia creciente entre 2004 y 2008, con un crecimiento del 12 por ciento en las cifras del padrón municipal para el Casco Histórico. Se trata de un periodo que coincidió con el 'boom inmobiliario' y la concesión de hipotecas a bajo interés. Por el contrario, con el inicio de la crisis económica comenzó automáticamente el descenso de la población en el Casco.
El informe repasa aspectos como la tasa de dependencia, la relación proporcional entre niños y mayores, aumentando la longevidad de forma progresiva desde 1971 hasta la actualidad, así como la tasa de reemplazo, concepto que indica el reemplazo generacional de las personas en edad laboral.
La continuada reducción de la población empadronada durante los últimos tres decenios en el Casco Histórico ha llevado a los autores del informe a preguntarse qué estructura demográfica presenta la ciudad histórica en la actualidad, con el objetivo de intuir proyecciones futuras.
El estudio de la evolución de la población del Casco Histórico de Toledo refleja que en 2017 la población de niños estaba en el interior de la muralla cinco puntos porcentuales por debajo del resto (contrariamente, la proporción de personas de 65 años o más es mayor en cuatro puntos dentro del Casco).
No obstante, pese a que el porcentaje de menores de 15 años en el Casco (11,9 por ciento) esté cinco puntos porcentuales por debajo de los niños que viven fuera de él (17,2 por ciento), la tasa de tendencia o progresividad muestra una mayor proporción de niños menores de 5 años respecto a los niños entre 5 y 9 años en el Casco que fuera de él. Este hecho indica cierto optimismo sobre el posible rejuvenecimiento de la población del Casco.
El informe examina el panorama de la vivienda en relación con la densidad de población de Toledo a lo largo de esta década, observándose un altísimo porcentaje de viviendas vacías dentro del Casco (19,89 por ciento) en contraste con el resto de la ciudad (8,78 por ciento). Lo mismo podría decirse del porcentaje de viviendas de alquiler dentro del Casco (1.250, equivalentes al 16,95 por ciento del total de las mismas). Las razones económicas son evidentes.