Se ha inaugurado en Toledo el "Instituto de Medicina y Prevención Cardiovascular", primer centro regional que tiene como objetivo prioritario la prevención de las patologías vasculares, tanto del corazón como del cerebro. Lo más novedoso en este centro, a cargo del prestigioso cardiólogo Luis Rodríguez Padial, es que su objetivo prioritario es la prevención de las enfermedades neurológicas, como el ictus y la demencia, que tienen en su origen una causa vascular.
El "Instituto de Medicina y Prevención Cardiovascular", con sede en la Avenida de América, 7-B, en el barrio de Santa Teresa de Toledo. cuenta con un equipo de cardiólogos joven y altamente especializado, así como con la colaboración de neurólogos, fisioterapeutas y expertos en deporte. Todos estos profesionales contribuyen a realizar una evaluación global al paciente y colaboran en desarrollar un plan de acción adaptado a sus necesidades específicas.
Se trata de una medicina personalizada, en la que a cada paciente se le proporciona las estrategias más adecuadas según su caso. La Organización Mundial de la Salud ha comunicado hace unos días que “lo que es bueno para el corazón es bueno para el cerebro”, por lo que la integración del trabajo de este grupo de profesionales contribuye a prevenir el deterioro cognitivo (demencia) y otras patología neurológicas, como el ictus, que tienen parte de su origen en causas vasculares, al mismo tiempo que previene los problemas cardíacos de mayor frecuencia (infarto de miocardio o angina).
El equipo de cardiólogos especialistas que forman parte del Instituto de Medicina y Prevención Cardiovascular, compuesto por las doctoras Eva García Camacho, Carolina Robles y Belén Sánchez, junto al doctor Luis Rodríguez Padial, atesora una amplia experiencia en el tratamiento y prevención de las patologías cardiovasculares, por lo que asimismo se ocupará del diagnóstico y tratamiento de cualquier enfermedad cardiaca, además del estudio y la prevención de los importantes problemas vasculares que afectan a nuestra sociedad. Cuentan para ello con la moderna tecnología, aunque son conscientes de que la misma es sólo un complemento necesario a la evaluación facultativa.
Las enfermedades cardiovasculares, al ser responsables del 40% de las muertes en nuestro país, constituyen la principal causa de muerte y enfermedad tanto en hombres como en mujeres. Aunque el control de los factores de riesgo —hipertensión arterial, elevación del colesterol, tabaquismo, diabetes, etc.— ha demostrado que puede reducir de forma muy importante la mortalidad cardiovascular, lo cierto es que muchos de estos factores de riesgo no están adecuadamente controlados. Se estima que hasta el 80% de los problemas cardiovasculares podrían evitarse con un adecuado control de los factores de riesgo, por lo que hay una gran labor que realizar en la prevención cardiovascular.
La Organización Mundial de la Salud ha indicado recientemente que la prevención del daño cerebral que aparece con la edad se basa también, en gran medida, en la adopción de medidas dirigidas a prevenir la patología cardiovascular. Así, corazón y cerebro pueden ser dañados por las mismas causas, y, por tanto, las mismas estrategias contribuyen a prevenir su deterioro. De ahí la importancia de una labor coordinada entre cardiólogos y neurólogos, como en el caso del trabajo desarrollado en el "Instituto de Medicina y Prevención Cardiovascular" del doctor Rodríguez Padial, para ayudar a las personas a preservar su salud vascular, lo que equivale a decir su salud cardiaca y cerebral.