La historia de los coches blindados que desde Toledo terminaban en manos de Al Qaeda
La cuenta este sábado el diario El Mundo. Una macrooperación policial ha acabado con una organización que encabezaba una familia de origen sirio en Madrid y que utilizaba una nave en la localidad toledana de Cedillo del Condado para enviar coches blindados a Al Qaeda.
Según cuenta este diario, la investigación empezó cuandoel año pasado, losKutayni, una rica familia de empresarios españoles de origen sirio, adquirieron una nave en un polígono industrial a las afueras del pequeño pueblo toledano. Allí guardaban desde grandes coches blindados (de la marca jeep) hasta repuestos de camiones viejos y generadores eléctricos. Todo lo compraban legalmente a través de una de sus empresas,EmirTrucks Trading. Después llevaban los coches y repuestos hasta el puerto de Valencia y desde allí, mediante otra de sus empresas de envío de contenedores,Transitaria Ibertrans Service, transportaban la mercancía hasta el puerto sirio deLatakia. Muchas veces también desembarcaban los contenedores en Turquía, Dubái y Emiratos Árabes Unidos poniendo en la hoja de ruta del barco destinos falsos.
Lo que salía de Toledo viajaba 5.000 kilómetros hasta Oriente y acababa en manos de las milicias yihadistas en la ciudad deidlib, el último bastión de los terroristas al noreste de Siria.
Hace dos semanas, la Policía Nacional desmanteló una célula yihadista ydetuvo en Madrid a 10 personasen una macrooperación antiterrorista con una investigación en la que participaron 350 agentes. La organización estaba liderada por un clan familiar. A la cabeza se encontraba el empresarioFares Kutayniy tres de sus hijos:Humam, Husam y Ammar.
Los agentes llevaban dos años investigándolos por usar una estructura legal con nueve empresas para blanquear dinero y financiar a los terroristas de Siria. También por enviar coches blindados y repuestos de camiones reconvertidos en "armas de combate" en suelo hostil.
Las cifras demostradas, por ahora, refieren a100.000 euros defraudados a Hacienda. «Aunque seguramente podamos hablar de millones más adelante», dicen los funcionarios de la Agencia Tributaria que también han participado en la investigación.
El patriarca del clan, Fares Kurayni, llegó a Madrid en 1969. Aquí tuvo siete hijos y vivía con su mujer en un chalet en el municipio madrileño de San Fernando. En la comunidad musulmana en la capital, Fares era conocido por ser uno de los fundadores de laComisión Islámica en Españay de administrar la Mezquita Central de Madrid Abu-Bakr, en el barrio de Tetuán. También regentaba la carnicería de la mezquita, en cuyo despacho se reunía a menudo con su familia para gestionar los envíos de dinero y coches a Siria.
Su lugarteniente, su hijo Husam, tenía una empresa de decoración y pintura. Otro de sus hijos, Human,odontólogo de profesión, ya fue detenido en 2008 en Damasco por su vinculación con un atentado de Al Qaeda donde murieron 17 personas. Salió de prisión en 2017 y meses después volvió a Madrid con su familia. Fue entonces cuando la Policía puso el foco en los Kurayni.