"¿De dónde somos?". Es el título del interesante artículo que publica este domingo el periodista catalán y exdiputado de Ciudadanos Juan Carlos Girauta, afincado desde hace meses en Toledo. Es la explicación más gráfica de porqué dejó Barcelona para venirse a la capital castellano-manchega y el lamento más trágico por la situación que vive Cataluña y el ambiente irrespirable que padecen los catalanes.
Dice Girauta que durante años "dediqué incontables horas de mi tiempo a la misma inutilidad: reivindicar en mil programas de radio y televisión, allí, la catalanidad como algo completamente distinto delcatalanismo(que aún existía, aunque agonizante) y por supuesto del nacionalismo catalán. Un mínimo de buena fe intelectual por parte de mis contertulios les habría obligado a aceptar tan discreta obviedad. Pero eran una disciplinada tropa; estuve siempre solo frente a ellos. Eso no me arredraba; confiaba en que el público sí distinguía entre vecindad civil e ideología. Me equivocaba".
Recuerda sus advertencia sobre el daño qa la cultura catalana, "empezando por su lengua, ya irremediablemente ideologizada. Lo acaba de afirmar con orgullo el novelistaJordi Cabré: «No es lo mismo decir democracia en catalán que decir democracia en castellano». Ahí lo tienen".
Pesimista admite que "no había pues espacio donde converger". Añora su tiempo en Barcelona hasta que "a mediados de septiembre de 2017, el ministro Zoido tuvo el acierto de ponernos protección a los diputados de Ciudadanos que vivíamos en Cataluña. Hizo bien: a las dos semanas, la convivencia estaba rota. Pasear o salir a cenar era bañarse en miradas de odio, insultos y riesgo físico. Al año y medio lo acepté: los nacionalistas tenían razón, yo no era catalán, ya no existía tal cosa como unacatalanidad no nacionalista".
Y concluye: "Había roto con amigos de infancia, comprendí que no podía acudir a una cena de promoción de los jesuitas o a una fiesta sorpresa. No era bienvenido por los que hablaban; solo por los que callaban. Y yo suelo responder.Hoy soy un toledano feliz. Debí largarme mucho antes. Los recuerdos de casi toda mi vida habitan un lugar que ya no existe".