Una multitud de personas volvieron a darse cita en Esquivias, un año más, para rememorar la boda más célebre de su historia. Se trata de los desposorios de Miguel de Cervantes con la vecina de la localidad Catalina de Salazar y Palacios, a los que una vez más un nutrido grupo de más de un centenar de actores dio vida con una representación que volvió a captar el interés de una gran multitud de turistas.
Y es que, si bien gran parte del pueblo se implica con este acto participando en las escenas y caracterizándose para la ocasión, destacó de nuevo la gran cantidad de visitantes que no quisieron perderse este evento ya tradicional en el municipio. En esta ocasión, además hubo novedades en el montaje, puesto que variaron algunas de las representaciones que se llevaron a cabo en puntos muy singulares de Esquivias, así como el gran acto final, el de la boda.
Como en las anteriores ediciones, en varios rincones pudieron presenciarse pequeñas piezas que recrearon cómo se vivía en la época en un pueblo que sirvió como inspiración a Cervantes para escribir El Quijote. No faltó la simpática escena de la venta de un majuelo a Alonso Quijada o los chismorreos de las lugareñas, así como las riñas de dos familias enfrentadas por el valor de sus apellidos o el encuentro del escritor con su amada y su madre para discutir los detalles de la dote.
Tras estos aperitivos que dieron detalles sobre la vida en la localidad en la época del enlace, todos los actores se reunieron en el mercado medieval instalado para la ocasión. Desde allí iniciaron la comitiva hacia la plaza de la iglesia, de la que participaron los asistentes, y donde precisamente se encuentra la partida de matrimonio de Cervantes y Catalina. Frente al templo, como gran novedad de este año, una pelea a espada entre los Salazar y los Quijada interrumpió las nupcias, teniendo que poner orden el propio escritor. Sin duda, un cambio que el público agradeció, al concentrarse en el mismo emplazamiento el grueso de la representación final en una mañana fría que, no obstante, no impidió que los presentes disfrutaran del evento y rompieran en un estruendoso aplauso.
Y es que Esquivias se volvió a superar en una actividad organizada por el Ayuntamiento del municipio para promocionar sus Jornadas Cervantinas, en las que también se pudieron disfrutar las visitas teatralizadas a la Casa Museo de Cervantes. Pero sin duda, estos Desposorios, cuyos textos son cración de