La incorporación de una nueva técnica para la detección de lesiones mamarias mediante semillas y radiotrazadores ferromagnéticos en el Hospital General Universitario Nuestra Señora del Prado de Talavera de la Reina hace que el centro sea autosuficiente en el manejo integral del cáncer de mama desde el diagnóstico hasta el tratamiento, evitando traslados innecesarios, así como el empleo de técnicas diagnósticas más agresivas como biopsias radioguiadas y de marcadores con trazadores radioactivos.
El empleo de semillas y trazadores ferromagnéticos en la realización de la Biopsia Selectiva de Ganglio Centinela (BSGC) en la cirugía de cáncer de mama y sobre lesiones mamarias no palpables se ha introducido recientemente en el Servicio de Cirugía del Hospital General Universitario de Talavera dependiente del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (SESCAM). Se calcula que esta nueva técnica, de fácil manejo, almacenamiento y manipulación del trazador, se podrá emplear en unos 50 casos al año de cáncer de mama y melanoma.
La disponibilidad de este nuevo material permite que las pacientes que vayan a ser sometidas a una cirugía por cáncer de mama y BSGC no necesiten desplazarse a otros centros que dispongan de Servicios de Medicina Nuclear para realizar el marcaje de ganglio centinela el día previo a su intervención, tal y como ha indicado el doctor Tomás Balsa, jefe de sección de Mama y Endocrinología de Talavera.
Además, en el caso de pacientes que hayan recibido tratamiento con quimioterapia antes de ser intervenidas por cáncer de mama, el trazador ferromagnético puede ser utilizado como segundo marcador de ganglio centinela, y hace posible ofrecer a estas pacientes la BSGC en lugar de un vaciamiento axilar, evitando así los riesgos y consecuencias de la misma.
El empleo de “semillas magnéticas” evita riesgos
En cuanto a las lesiones mamarias no palpables que deban ser resecadas, para su extirpación con seguridad, precisan de un marcaje preoperatorio que, habitualmente, se realiza con una guía metálica denominada “arpón”, que se inserta minutos antes de la llegada de la paciente a quirófano, en el Servicio de Radiología. Este “arpón” permite guiar al cirujano hasta la lesión a extirpar, y que de otra forma no podría identificar.
El doctor Balsa destaca que el empleo de semillas magnéticas, en lugar de “arpones”, evita el riesgo de desplazamiento que estos tienen, y además permite programar la cirugía con mayor flexibilidad, ya que pueden permanecer en la mama de la mujer hasta dos meses antes de ser sometidas a extirpación de su lesión.
El objetivo de utilizar trazador ferromagnético es la localización de ganglios centinela, habitualmente en cáncer de mama, aunque se ha empleado en otras neoplasias como el melanoma. La técnica consiste en inyectar una artícula que se desplaza por los conductos linfáticos igual que lo harían las células tumorales, y que en el caso del cáncer de mama es captada en los ganglios axilares.
El método estándar para el estudio del estado axilar en el cáncer de mama es la Biopsia Selectiva de Ganglio Centinela, para ello habitualmente se emplea trazadores isotópicos que se inyectan en un Servicio de Medicina Nuclear, hasta 24 horas antes de que la paciente sea intervenida por su proceso tumoral. Salvo en algunos casos como los que precisen de doble marcaje, con esta nueva técnica, puede evitarse el empleo del radiosiótopo, que es una Nanopartícula de Albúmina, marcada con un isotopo radioactivo (Tc, I, generalmente).
El empleo de material ferromagnéticos como trazador en la BSGC en cirugía por cáncer de mama está avalada, entre otros, por el estudio IMAGINE, respaldado por la Sociedad Española de Senología y Patología Mamaria, cuyos resultados señalan que son similares a los obtenidos con la técnica basada en radiotrazadores.