El Gobierno de Pedro Sánchez ha pasado la jornada del sábado en la finca estatal de Quintos de Mora, situada en el término municipal de Los Yébenes (Toledo).

El presidente del Gobierno era el primero en llegar y después, en torno a las 10.00 horas, lo hacían los ministros a bordo de un autobús que salía desde la Moncloa. Únicamente las ministras de Igualdad, Irene Montero, y de Defensa, Margarita Robles, llegaron por separado en coche.

En la primera imagen oficial del encuentro que sirvió la Moncloa podía verse a Pedro Sánchez en el centro de la imagen y vestido de una manera informal, con pantalones vaqueros y zapatillas de deporte. A su lado, el vicepresidente Pablo Iglesias, de Podemos, también optaba por los vaqueros y unas botas camperas. Más elegante aparecía el ministro de Consumo, Alberto Garzón, que ha optado por americana y zapatos clásicos.

Sánchez y sus ministros llegan a Quintos de Mora para una jornada de trabajo

El presidente del Gobierno ha asegurado a sus ministros que se abre "un tiempo de optimismo, muy esperanzador y de gran dinamismo legislativo", ante un calendario político de "gran intensidad". Durante la mañana, Pedro Sánchez ha abordado la agenda legislativa del trimestre y los miembros del Ejecutivo han explicado cada una de las prioridades de sus departamentos.

El Ejecutivo ha centrado su debate económico en los Quintos de Mora (Toledo) en políticas para los jóvenes, que han sido los grandes "paganos" de la precariedad. "Tenemos que ser un Gobierno que esté en el presente, pero que siempre piense en el futuro", ha asegurado Sánchez, según ha informado la Moncloa.

En esta sesión, la vicepresidenta para Asuntos Económicos, Nadia Calviño, ha tenido especial relevancia sosteniendo que la economía española evoluciona sobre bases sólidas y compartiendo con el resto del gabinete que el crecimiento debe ser sostenible e inclusivo.

Tras la comida informal, se han expuesto las grandes transformaciones que se impulsarán durante la legislatura.

Este encuentro ha tenido lugar después de la visita de dos días que Sánchez ha hecho a Barcelona, por lo que, si así lo desea podrá informar al resto del Gobierno de lo satisfecho que ha quedado con este desplazamiento, que le ha permitido avanzar, en su opinión, hacia la normalización de las relaciones con las instituciones catalanas.