El arzobispo administrador apostólico de la Archidiócesis de Toledo, Braulio Rodríguez, ha aprovechado su misa de despedida, celebrada este sábado en la Catedral de Toledo, para destacar su "suerte" por haber dirigido la Archidiócesis durante diez años y ocho meses y ha destacado lo que le cuesta despedirse de esta "familia". "Cuesta mucho despedirse, pero viendo vuestros rostros y conociendo un poco quiénes sois, cuántos sois y cómo sois, esta despedida me llena de paz y miro con confianza al futuro. Me he sentido aceptado y querido, a pesar de mis cosas", ha asegurado.
Rodríguez, durante esta homilía de despedida, en la que se han escogido textos centrados en San Pedro --concretamente una de sus propias cartas y la lectura del Evangelio de San Mateo en la que se hace referencia a que será Pedro la 'piedra' sobre la que se edificará la Iglesia--, ha afirmado que ha vivido su tiempo como arzobispo de Toledo "con una intensidad grande, gozando y afrontando los retos nada fáciles que hemos tenido", y ha defendido que ha trabajado con "ilusión" encabezando la Iglesia toledana.
Sin embargo, no ha querido juzgar su propia labor. "Yo apenas tengo que decir nada, es vuestro turno, vosotros sois quienes tenéis que juzgar cómo he actuado en este servicio mío a los otros. Yo no soy capaz de juzgarme a mí mismo y tampoco es nada efectivo hacerlo", ha sostenido.
Además, ha manifestado que ha vivido como obispo "en comunión con el Papa Francisco y sus antecesores Benedicto XVI y Juan Pablo II", destacando que "es grandioso pertenecer a esta Iglesia", ya que "algo muy grande sucede a quien entra en ella por el bautismo".
Del mismo modo, ha aprovechado su última homilía, que ha sido también concelebrada por los obispos de Ciudad Real, Gerardo Melgar; Cuenca, José María Yanguas; Getafe, Ginés García; y el obispo emérito de Segovia, Ángel Rubio, para dar su visión sobre el papel de los obispos. "Los que gobiernan en nombre de Cristo han de ser testigos y pastores del rebaño de Dios y mirar a este no a la fuerza, sino de buena gana; no por sórdida ganancia, sino con entrega generosa; no como déspotas, sino convirtiéndose en modelos del rebaño", ha incidido.
También ha querido destacar la importancia de la comunión entre las distintas diócesis y Roma, haciendo hincapié en que aunque ve "anticuada" la concepción de que los obispos sean "representantes del Papa", considera que "no hay comunidad cristiana si no está el Papa". "Los obispos somos sucesores de los apóstoles pero solo el Papa se reserva la sucesión apostólica de Pedro. Por ello yo no recibí el 21 de junio de 2009 un traspaso de poderes propios del ministerio, no; fui incorporado al servicio de la palabra, que está por encima del obispo titular", ha explicado.
Su retrato, en laSala Capitular
Previamente, Braulio Rodríguez ha asistido a un sencillo acto en el que se ha descubierto su retrato en la Sala Capitular de la Catedral, obra de Miguel González Jiménez y que permanecerá junto a las imágenes de sus antecesores.
Durante este acto, el arzobispo administrador apostólico de Toledo ha manifestado que le "honra" estar presente en esta sala "al lado de otros grandes arzobispos" y ha recalcado la importancia de tener en la Catedral los retratos de los arzobispos para reflejar "esa continuidad y unión que hará que la Iglesia de Toledo siga con ese dinamismo y fuerza".
Del mismo modo, se ha mostrado contento de que en su retrato se refleje el que ha sido el lema de su episcopado: "No me avergüenzo del Evangelio".
De su lado, el autor de la obra ha agradecido al Cabildo la "oportunidad" de que su nombre permanezca en la Sala Capitular de la Catedral ligado a este retrato, explicando que ha querido reflejar a Braulio Rodríguez como "siempre" lo ha conocido, "contento en cualquier circunstancia".
También ha detallado que la casulla y el rosetón que viste Rodríguez en el cuadro pretenden plasmar "su preocupación y cariño por la liturgia hispanomozárabe, uno de los tesoros de esta Catedral y esta Archidiócesis".
Su legado
Las autoridades más importantes de la ciudad, la provincia y la región también han querido estar junto a Braulio Rodríguez en su misa de despedida. De esta manera, el presidente regional, Emiliano García-Page, ha destacado, en declaraciones a los medios, la vuelta de la celebración del Corpus Christi de Toledo a los jueves. "Fue un momento muy importante, de muchas negociaciones porque la cosa no venía fácil, pero el arzobispo se hizo eco de la posición que defendíamos y la ciudad se reencontró con su fiesta mayor", ha aseverado.
Además, ha comentado que Braulio Rodríguez "ha facilitado muchas relaciones" y contactos que en muchos casos "han sido discretos" pero que, ha añadido, "permiten decir que es un buen amigo desde el punto de vista institucional y desde el personal merece el mayor de los respetos".
De su lado, la alcaldesa toledana, Milagros Tolón, que también ha destacado la vuelta del Corpus al jueves durante el episcopado de Rodríguez, hecho que le ha valido el reconocimiento como Hijo Adoptivo de la capital regional, ha puesto en valor la "relación institucional perfecta" que ha mantenido el hasta ahora arzobispo, asegurando que este sábado es su despedida pero estará "mucho tiempo" en el recuerdo de la ciudad.
Mientras, el presidente de la Diputación de Toledo, Álvaro Gutiérrez, ha reconocido también su "cercanía" y "facilidad para el acuerdo", lo que ha supuesto, ha dicho, el arreglo de parroquias y elementos eclesiásticos de toda la provincia.
Finalmente, el presidente del PP en la región, Paco Núñez, ha definido a Rodríguez como "un grandísimo arzobispo" que merece que se le recuerde "con todo el cariño". "Le vamos a recordar como una persona que se ha entregado en cuerpo y alma a Toledo y a nuestra región. Hoy es un día para reconocérselo", ha concluido.
El próximo sábado 29 de febrero el hasta ahora obispo de Coria-Cáceres,Francisco Cerro Chaves, tomará posesión como nuevo arzobispo de Toledo en sustitución deBraulio Rodríguez,toda vez que el Papa de Roma ha aceptado su renuncia al cargo tras cumplir el pasado año la edad canónica para dar un paso al lado.