El Colegio Oficial de Enfermería de Toledo ha enviado una carta a Jesús Fernández Sanz, Consejero de Sanidad de Castilla-La Mancha, en la que pide "que se doten de equipos de protección individual (EPI’s), sobre todo mascarillas y batas, a los profesionales sanitarios en la lucha contra la pandemia generada por el COVID-19".
Para Roberto Martín, presidente del Colegio, “nuestras enfermeras manifiestan su gran implicación profesional y personal con el trabajo que están realizando, pero denuncian que en esta situación de carencia de medios, es muy difícil prestar la adecuada asistencia sanitaria que los pacientes requieren”.
Desde el Colegio “entienden y comparten la dificultad que para todos tiene esta situación de emergencia sanitaria en la que nos encontramos, pero no podemos exigir a nuestros profesionales trabajar en situaciones de extrema vulnerabilidad por falta de medidas de protección individual”.
Según Roberto Martín, “las enfermeras, como el resto de personal sanitario, está demostrando que es una profesión comprometida con sus pacientes, siempre en primera línea y dispuesta, si es necesario, a jugarse la vida por sus pacientes. Estamos en primera línea en la batalla contra el COVID-19 y seguiremos estando, demostrando diariamente a la sociedad nuestra dedicación y compromiso con su salud”.
El Colegio de Enfermería se une al luto de toda la comunidad enfermera nacional dando el pésame tanto a la familia, amigos y allegados como a las compañeras y compañeros de la enfermera de 52 años que fallecía el pasado miércoles en Bilbao tras dar positivo en COVID-19 y no haber podido superar la enfermedad.
Para Roberto Martín: “esta es una noticia muy dura que demuestra la vulnerabilidad de los profesionales sanitarios que estamos en la vanguardia de esta lucha contra el virus y que ponen en riesgo su salud y la de sus familias para contener el avance de esta pandemia. Por eso ahora y más que nunca debemos seguir las indicaciones de las autoridades y quedarnos en casa, estamos seguros de que venceremos”.
El Colegio recuerda que "son ya muchas las enfermeras que se han contagiado del COVID-19 en el ejercicio de su trabajo, por lo que es necesario disponer de un registro de enfermeras que están ahora mismo relegadas, ya sea por contagio directo o por haber sido puestas en cuarentena a la espera de conocer el resultado. Es imprescindible contar con dichos datos para poder hacer una gestión adecuada de recursos y procurar que haya siempre un equipo adecuado de profesionales para dar la asistencia necesaria con garantías de seguridad para pacientes y profesionales".