La Red Alimenta, ONG que canaliza la recogida de alimentos en restaurantes y distintos establecimientos de Toledo a través de una red de voluntarios que la reparten entre familias en riesgo de exclusión social o con pocos medios a fin de que la comida no termine en la basura, ha reforzado su vertiente solidaria estos días al quedarse sin esos excedentes con motivo del estado de alarma decretado por el coronavirus.

En declaraciones a Europa Press la coordinadora de Red Alimenta en Toledo, Laura de Antonio, ha indicado que aunque se comunicó a todos los usuarios --unas 50 familias con un total de 150 vecinos-- que la red no iba a seguir, hay casos en los que "pueden ir tirando" pero otros "especialmente sensibles" y "con especiales dificultades" que sí habría que atender.

Como las familias beneficiadas de la Red Alimenta son elegidas en coordinación con los servicios sociales del Ayuntamiento, desde la red les han comunicado los casos que están en una situación "extrema" al cortarse ese abastecimiento. En concreto, hay cinco familias que no solo tienen dificultades económicas sino otras añadidas como problemas de movilidad o enfermedades, y diez familias más que aunque sin llegar a ese perfil sí tienen "bastantes problemas".

"A día de hoy la noticia que tenemos es que los vecinos aún no han podido recibir ayuda por este lado", ha admitido De Antonio, que ha recordado que hay usuarios que si no fuera por la Red "de otra manera casi no comen", y ha achacado la demora del Ayuntamiento para solucionar este tema en que, en la situación actual, debe estar "desbordado", ha justificado.

En cualquier caso, ha indicado que tanto los servicios sociales como los usuarios que participan de la Red Alimenta tienen claro que lo que se les facilita "es una ayuda, no un abastecimiento", ya que todo va en función de la cantidad de excedente de los establecimientos. No obstante, ha reconocido que, teniendo en cuenta que la entrega se realiza una vez a la semana por parte de voluntarios, una persona que viva sola puede organizarse la comida, pero "una familia no puede estirar" esa comida muchos días.

Hasta que el coronavirus paralizó esta actividad solidaria la Red Alimenta contaba con total de 78 voluntarios y 13 donantes repartidos en grupos por los diferentes barrios de Toledo. "Era obvio que no podíamos seguir con la actividad", ha explicado la coordinadora, que ha señalado que fue el viernes 13 de marzo cuando tomaron la decisión de parar el voluntariado.

REDES VECINALES SOLIDARIAS

"No era plan de exponer ni a vecinos ni a voluntarios a que puedan tener problemas de salud", ha comentado Laura de Antonio, que ha subrayado que en la situación actual se han fomentado las relaciones y el contacto con los vecinos, haciendo uso así de "otra de las vertientes de la asociación, que es la de crear redes vecinales".

De hecho, muchos voluntarios se han ofrecido a sus propios usuarios para hacerles la compra "o simplemente hablar y dar apoyo" para que "no estén en estos días de aislamiento tan encerrados", lo cual "ayuda mucho y ellos lo agradecen". Igualmente, a nivel particular, hay voluntarios que han decidido hacer un poco más de comida en su propio domicilio para atender también a la persona a la que antes le llevaban el excedente del restaurante.

"Conocemos estos casos y nos parecen estupendos, nos emociona", ha confesado Laura de Antonio, que ha indicado que aunque ese tipo de iniciativas tienen que salir "de cada uno", ha aplaudido esta colaboración espontánea que por otro lado es normal porque los voluntarios al final, a fuerza de ir a una misma casa, llegan a conocer la situación y a la persona a la que atienden.

Tanto desde la ONG como desde la Junta Directiva de Red Alimenta mantienen estos días activos todos los medios de contacto --correo, teléfono, WhatsApp-- y han hablado con todos los vecinos para conocer en qué situación se encuentran y "trasladarles igualmente que, aunque no vayamos presencialmente, estamos para lo que quieran".