El día a día de las personas invidentes suele ser complicado y en este periodo de confinamiento puede que incluso más. Es por ello que, para ocupar su tiempo libre en casa, numerosos afiliados de la ONCE se están dedicando a actividades como el deporte, el baile, la cocina, la educación, la lectura o las manualidades.
Yolanda García, una talaverana con discapacidad visual grave que tan solo conserva el 8 por ciento de su visión, se ha centrado en las manualidades durante la cuarentena elaborando jarrones, joyeros, cajas de de madera, botellas o álbumes de fotos. Además, se ha encargado de la restauración de muebles a los que ha dado un toque "vintage".