La Asociación de Vendedores Ambulantes de Castilla-La Mancha han convocado para el día 1 de octubre una concentración y posterior manifestación por varias calles de Toledo para protestar por las medidas aplicadas para controlar la expansión de la COVID-19 y que conllevan la prohibición de mercadillos en los municipios con mayor incidencia de la enfermedad.
Tal y como recoge la resolución de la Subdelegación del Gobierno de Toledo, que la asociación de vendedores ambulantes ha remitido a los medios de comunicación, se ha autorizado una concentración para el jueves 1 de octubre dese las 10.00 hasta la 12.00 horas en el Parque de la Vega de Toledo y a continuación, se comenzará una manifestación desde este punto, pasando por la plaza de Zocodover hasta llegar a la plaza del Conde, frente al Palacio de Fuensalida, sede de la Presidencia de la Junta de Comunidades, donde leerán un manifiesto.
La resolución especifica que en los actos organizados, se deben mantener las medidas sanitarias en vigor, y en especial, el uso de mascarillas y el mantenimiento de la distancia social de seguridad, así como otras medidas para garantizar la seguridad sanitaria.
El presidente de la asociación de vendedores ambulantes de Castilla-La Mancha, Diego Vicente Jareño, ha explicado que el objetivo de esta manifestación es "reivindicar el derecho al trabajo" de este colectivo, pues ha considerado que "la venta ambulante está siendo duramente castigada con las medidas sanitarias por la crisis COVID-19".
"Queremos defender que nuestro trabajo se realiza al aire libre y con las medidas sanitarias que se nos exige no hay riesgo de contagio, por tanto no tiene lógica que nos cierren los mercadillos y se nos prohíba ejercer nuestra actividad viendo que el resto de sectores comerciales continúan ejerciéndola en espacios cerrados", ha concluido Jareño.