El arzobispo de Toledo inaugura la primera etapa del camino a Guadalupe
Este sábado, 3 de octubre, el arzobispo de Toledo, don Francisco Cerro Chaves, acompañado por el recién nombrado delegado de Pastoral por el Cuidado de la Creación, Javier Gómez-Elvira, ha iniciado el camino a Guadalupe que va por los Montes de Toledo.
Comenzaron en el Puente de San Martín de Toledo, y tras encomendar la peregrinación a la Virgen de Guadalupe, don Francisco bendecía a un grupo de personas compuesto por representantes de las distintas delegaciones del Arzobispado e iniciaba con ellos un pequeño recorrido por el primer tramo de la peregrinación.
Esta peregrinación, organizada por la Delegación Pastoral para el Cuidado de la Creación, se realizará durante 16 etapas a lo largo de todo el curso pastoral hasta completar los 196 km del recorrido hasta Guadalupe y pasando por los pueblos de Guadamur, Polán, Noez, Totanés, Gálvez, Menasalvas, Navahermosa, Los Navalmorales, Espinoso del Rey, Robledo del Mazo, Buenasbodas, Gargantilla, Campillo de la Jara, Puerto de San Vicente y Alía.
Este año Jubilar Guadalupense, la Delegación Pastoral para el Cuidado de la Creación ha querido, atendiendo a la carta pastoral "Sal y Luz" de don Francisco, apoyar la peregrinación a Guadalupe, y nada mejor que recorrer el camino que partiendo de Toledo va a Guadalupe atravesando los parajes de mayor valor natural, los que se encuentran en la comarca de los Montes de Toledo.
El objetivo es recorrerlo, estudiar su itinerario, comprobar viabilidad, documentar y afianzar históricamente su trazado, y finalmente describir el paisaje y los ecosistemas y espacios naturales que atraviesa.
Después de hacer un pequeño recorrido por el paraje de "Monte Sión", que transcurre por una zona de encinar, contemplar las distintas especies de vegetación asociada y sus diferentes etapas de sucesión, el grupo se detuvo para tener un momento de oración y acción de gracias.
En la víspera de la conclusión del denominado "tiempo de la creación", establecido por el Papa y que se prolonga del 1 de septiembre al 4 de octubre de cada año, el arzobispo de Toledo dirigió la oración de los peregrinos centrada en espíritu del peregrino, el que sale de su casa, que se pone en camino y que contemplando la creación vive en armonía con ella. Según don Francisco "el cuidado de la creación, el cuidado de la casa común, se revela como actitud fundamental del ser cristiano"
Al finalizar don Francisco entregó el bastón de peregrino al párroco de Guadamur, don Gustavo Adolfo Conde, finalizando la primera etapa de la peregrinación, y firmó en el libro de la peregrinación que recogerá los testimonios de todos los peregrinos que la secunden.