Familiares de las personas residentes en la residencia Virgen de la Blanca de Burguillos (Toledo), antiguo centro dependiente de Caja Castilla-La Mancha, están indignados con las autoridades políticas y sanitarias porque desde el pasado mes de agosto no pueden ver a los mayores.
Los familiares reconocen que el centro ha sido muy escrupuloso a lo largo de la pandemia a la hora de aplicar las medidas de prevención contra el Covid-19. Pese a todo, hubo un momento en que se registraron algunos contagios y se extremaron las precauciones.
En estos momentos la residencia está libre de coronavirus, por lo que hasta el pasado mes de agosto los familiares podían ver a los residentes en el patio a través de mamparas... pero ahora ni eso, de manera que llevan unos cuatro meses sin ningún tipo de contacto que no sea a través de medios telemáticos. En el caso de los residentes con enfermedades como el alzheimer, tampoco así.
Uno de los familiares ha remitido una carta abierta al presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, y a los consejeros de Bienestar Social y Sanidad, Aurelia Sánchez y Jesús Fernández Sanz, exponiendo la situación. Por su interés la reproducimos íntegra:
"Al presidente, a la consejera de Bienestar Social, al consejero de Sanidad o a quien proceda:
El motivo de la presente carta es poner de manifiesto mi profundo RECHAZO a las medidas y/o normas dictadas por la Consejería de Sanidad de CLM, que nos impide visitar a nuestros mayores en estas fechas navideñas.
Transcribo lo notificado por la residencia:
`Estimados familiares:
La Consejería de Sanidad de CLM nos ha informado que continuamos en el Nivel 2 en Toledo, hasta el 24 de Diciembre, como bien sabéis en este nivel no se autoriza visitas a la residencia´.
Paso a relatarles mi situación. Mi familiar está en una residencia de Burguillos de Toledo, tiene Alzheimer en estado avanzado, y desde el pasado 16/08/2020 no se le puede visitar por distintas razones argumentadas en relación con medidas relacionadas con la prevención y lucha de la pandemia. Les recuerdo que han pasado 4 LARGOS MESES con la imposibilidad de visita presencial.
El hecho de visitar a mi familiar e intercambiar una/s sonrisa/s es imprescindible y no hay razones que justifiquen su prohibición y/o limitación. Esta situación entiendo que no debe haber norma que los prohíba ya que es muy necesario para familiares y residente.
Paso a plantearles algunas cuestiones:
1ª. ¿Por qué en otras comunidades autónomas (Comunidad de Madrid) se permite con el mismo escenario?
2ª. ¿Los ciudadanos de otras CCAA son especiales o están amparados por otro paraguas diferente a la Constitución Española?
3ª. ¿Qué problema hay en poder visitar a nuestros mayores con el protocolo de seguridad establecido en los centros de mayores hasta la fecha? Acaso no hay más riesgo cuando se coge el transporte público, ir a practicar esquí, compras en centros comerciales, etc., actividades que están autorizadas?
4ª. Sres. Políticos, ¿no tienen sensibilidad ante estas situaciones?
Todas estas cuestiones en las que tenía que imperar el sentido común se ven enmascaradas por un discurso por el bien común de la ciudadanía. ¿A qué ciudadanía se refieren?
Estamos a unos niveles de deshumanización en la sociedad justificándolo con medidas para combatir la pandemia llegando a situaciones incomprensibles, entendiendo que el trato a nuestros mayores es fundamental ya que han contribuido a construir la sociedad que actualmente estamos disfrutando nosotros, por lo que es necesario rendirles la atención que MERECEN.
Por último, necesito visitar a mi familiar en estas fechas después de cuatro largos meses, porque si no entendería que los políticos no tienen sensibilidad con lo que ellos denominan `la ciudadanía´".