Agentes medioambientales, a instancias de Ecologistas en Acción de Toledo, han incoado la correspondiente denuncia contra un coto situado en esta provincia, tras la caza ilegal de una corza, especie no autorizada, en una montería.
En una nota de prensa, la organización ecologista ha informado de que el pasado domingo, día 20, tuvo conocimiento de que durante la celebración de una montería en el coto 'Las Becerras', ubicado en la localidad toledana de Los Navalucillos, que linda con el Parque Nacional de Cabañeros, se había abatido a una corza, especie no autorizada, durante una montería.
Según Ecologistas en Acción, el animal yacía a la vista de uno de los puestos de caza y nadie lo había recogido por lo que "todo apunta a que quien disparó sobre ella era consciente de que había matado una especie no autorizada y que si la cobraba se delataría".
La organización ecologista puso los hechos en conocimiento de la oficina coordinadora de los agentes medioambientales de Toledo, así como el material fotográfico recogido y la ubicación del ejemplar.
Personados en el lugar, donde continuaba la corza, y una vez recabados todos los datos, los agentes procedieron a incoar la correspondiente denuncia contra el coto.
La muerte de ejemplares no autorizados incumple la legislación de caza y el plan de ordenación cinegética del coto y puede derivar en diferentes grados de sanción administrativa, en función de las circunstancias en las que se disparó al animal.
Si se hizo de forma deliberada, podría llegar a considerarse un delito de furtivismo, castigado en el código penal.
Ecologistas en Acción ha lamentado que situaciones como ésta, en las que deliberada o accidentalmente se matan especies, tanto cinegéticas como protegidas, se dan con mucha más frecuencia de la que parece, ya que detectar este tipo de casos es "tremendamente difícil", dada la falta de vigilancia en el medio natural y la falta de responsabilidad de muchos gestores cinegéticos y cazadores.
Por otra parte, casos como éste ponen también el foco en la normativa cinegética, "demasiado permisiva", a su juicio, con modalidades que resultan peligrosas e incontrolables.
Por ello, la organización ha confiado en que "recaiga una sanción ejemplar" tanto sobre los autores materiales de los hechos como los titulares del coto y los organizadores de la montería.