Los vecinos de la Urbanización Cuesta del Águila, perteneciente al municipio toledano de Bargas siguen aislados y prácticamente sin posibilidad de poder salir de sus domicilios a consecuencia de la nieve y el hielo acumulados en sus calles.
Tres días después de que Filomena dejara teñida de blanco buena parte de la geografía castellano-manchega, desde este lugar se quejan de que nadie del ayuntamiento se ha interesado por ellos.
"Entendemos que es una situación muy excepcional y estamos siendo comprensivos pero el tiempo pasa y seguimos aislados," asegura Paloma, una de las vecinas afectada que explica que "muchas calles tienen una pendiente pronunciada y ya no es que no podamos hacer uso de los vehículos, es que no podemos ni andar."
En este tiempo, asegura que han llamado al ayuntamiento de la localidad pero "no lo cogen." La única comunicación que han logrado tener en estos días fue en la tarde del lunes con miembros de la Policía Local quiénes como explica la propia vecina "estaban totalmente desbordados atendiendo a una vecina que había sufrido un percance" y lo único que les dijeron fue que "esperaban recibir próximamente un cargamento de sal."
Por ello, Paloma hace un llamamiento al Consistorio ante esta difícil situación. "Si no disponen de medios suficientes, que soliciten la ayuda a otras administraciones o al Ejército, pero no podemos seguir así porque el tiempo pasa y no vemos ninguna solución," asegura.Desde EL DIGITAL CLM también hemos intentado contactar con el Ayuntamiento de Bargas sin éxito.
En estos días desde que Filomena se fue, los vecinos han intentado solventar la situación con los medios que tenían a su alcance. Paloma explica que "con palas y la ayuda de un cuatro por cuatro de un vecino, intentamos limpiar parte de las calles, pero sin sal, todo se ha vuelto a congelar."
Otra de las opciones que han barajado ha sido la de movilizar maquinaria privada. "En la urbanización colindante, la del Alto de Bargas, los vecinos han contratado una excavadora para mover la nieve pero tampoco da a basto y no puede venir aquí," apunta.
Mientras tanto, las horas pasan, el hielo sigue acumulado y desde la Cuesta del Águila temen que esta situación se siga dilatando en el tiempo.