La situación de la pandemia es límite y tremendamente angustiosa. Sólo hace falta escuchar o leer los testimonios de aquellos a los que el coronavirus ha golpeado con toda su crudeza o quienes están en la primera línea de batalla contra la Covid-19. Éste es el caso de Carlos Cid, celador del Virgen de la Salud, quien ha querido compartir sus sentimientos en una carta abierta absolutamente desgarradora y dolorosa que a continuación pasamos a transcribir.
"Indignación, rabia, pena, vergüenza, ganas de llorar y deber. Esos son mis sentimientos hoy, día 22 de enero, al saber que mi unidad (Unidad de Cuidados Críticos Cardiacos) va a ser Unidad de Críticos Covid.
INDIGNACIÓN con Salud Laboral, Gerencia, Dirección de Enfermería o quien corresponda. Porque a día de hoy NO nos han VACUNADO, sabiendo que seríamos los siguientes en recibir a dichos pacientes.
RABIA con todos los irresponsables que juegan con la salud de todos los demás.
PENA por todos esos enfermos, por sus familiares, por mis compañeros, por todas nuestras familias, por el miedo que están pasando.
VERGÜENZA por toda esa gente que se ha vacunado saltándose las listas de prioridades.
GANAS DE LLORAR por toda esta situación y, sobre todo, por ver a mi mujer suplicarme llorando que por favor no vaya a trabajar.
Y DEBER, porque aunque tenga estos sentimientos que nadie dude de mi profesionalidad para y por los pacientes, familiares y compañeros.
FDO. Carlos J. Cid Pérez Grueso, celador de UCCC del Hospital Virgen de la Salud".
Un testimonio absolutamente desgarrador y que bien puede servir para remover la conciencia de aquellos que todavía no se dan cuenta del terrible dolor que está provocando esta pandemia.