Lo cuenta este domingo el periódico digital El Independiente. El número de ciervos abatidos el pasado año enQuintos de Mora, la finca que tiene el Estado en los Montes de Toledo desde 1942, creció hasta los 333, cifra que representa un incremento del 29,5 % en relación con los ejemplares que se mataron en 2019 (257). La inmensa mayoría no se cobraron en monterías sino durante las labores de caza selectiva que llevó a cabo el personal de guardería para el control de la población.

Así lo detalla el Organismo Autónomo Parques Nacionales en la respuesta a una petición de información tramitada a través del Portal de la Transparencia para conocer la actividad cinegética registrada durante el año de la pandemia en este monte, que ocupa 6.800 hectáreas en el término municipal de Los Yébenes (Toledo). Según han explicado a El Independiente fuentes del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, la mayoría de las piezas fueron «varetos [venados en su primer año] de mala conformación».

El aumento de la los ciervos abatidos contrasta con el de la población de jabalíes. Concretamente, se mataron 28 ejemplares de este mamífero frente a los 121 del ejercicio anterior, lo que representa una disminución del 76,86 %. En este caso, los técnicos no vieron necesario realizar caza selectiva al estar programadas dos monterías, si bien una no pudo llevarse a cabo debido a las limitaciones de movimiento acordadas por el Gobierno de Castilla-La Mancha para frenar la propagación de lacovid-19.

El balance se completa con seis gamos, dos menos que en 2019. Este especie de cérvido se introdujo en esta mancha toledana en 1960 procedente de Riofrío, manteniéndose la población «reducida a un mínimo por decisión técnica» -informa el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico- a fin de evitar «competencia con otras especies».