El consejero de Sanidad, Jesús Fernández Sanz, ha reclamado cautela ante el traslado de servicios sanitarios al Hospital Universitario de Toledo, explicando que la pandemia y el retraso de algunas empresas están influyendo en los plazos, pero es recomendable que se haga de manera sensata más que con rapidez.
"Que la rapidez no sea lo que nos guíe en este traslado", ha afirmado Fernández en rueda de prensa en Consejo de Gobierno, preguntado por las críticas de sindicatos ante una situación difícil de las urgencias del Hospital Virgen de la Salud, relacionado con el traslado al nuevo hospital de la capital.
Ha justificado que las urgencias en los hospitales, no solo el de Toledo, parten ahora de una situación diferente a la del ultimo año, pues ahora hay 2.700 urgencias diarias y hace apenas ocho meses había 1.000 urgencia menos. "Se han apretado más", ha afirmado, pero ha negado que en el caso de Toledo tenga que ver con el traslado del hospital.
No obstante, ha vinculado este traspaso sanitario a que aún en el Hospital Virgen de la Salud hay camas convencionales y UCI con pacientes COVID y que empresas relacionadas con la infraestructuras, como por ejemplo el material de quirófanos, han tenido que parar su producción por motivos económicos relacionados con los ERTE.
Autogestión en las agendas
A preguntas de los medios, ha admitido que Sanidad ha emitido una instrucción que por primera vez reconoce la autogestión de los médicos y profesionales en sus agendas, y ha remarcado que la Junta busca la presencialidad del cien por cien, sin abandonar la vía telemática.
"No para que sea una alternativa, sino para que sea complementaria. Hoy en día abandonarla sería un error, seguiremos con la vía telemática, pero abordando la presencialidad, necesitamos tener contacto", ha asegurado.