Desde principios de agosto, los depósitos de agua de El Real de San Vicente (Toledo) se encuentran "saturados" por el excesivo consumo de la población, que durante estas fechas veraniegas se ve triplicada llegando a más de 3.000 habitantes. Tal es el gasto que, según ha informado este sábado el Ayuntamiento, algunas viviendas ya han sufrido la falta de suministro y se han tenido que aplicar medidas restrictivas como la prohibición del riego sin goteo en patios y jardines, el lavado de vehículos o el rellenado de piscinas.
Según ha explicado el Consistorio, el consumo diario alcanza los 3.000 metros cúbicos -el volumen de agua de una piscina olímpica-, algo que califica de "inconcebible". Es por ello que las autoridades se han visto obligadas a cortar algunas redes de suministro e incluso han amenazado con dejar sin agua a aquellas personas que realicen consumos "irracionales".
Agricultores y ganaderos, sin agua
Susana Plasencia, teniente alcalde de El Real, ha explicado este lunes a EL DIGITAL que durante el fin de semana se ha cortado la línea fuera del casco urbano, dejando sin agua a agricultores y ganaderos con el fin de recuperar los niveles de los depósitos, algo que "ya se está consiguiendo". Según ha señalado, el depósito del Collado, que este sábado se encontraba vacío, ya está al 50 %, y el de las Alberquillas, al 75 %. Por ello, el campo volverá a recuperar el suministro a partir de hoy.
Plasencia ha indicado que durante los últimos días se han depurado diariamente cerca de 450 metros cúbicos procedentes del gasto doméstico, cifras que achaca a la "sobrepoblación" que hay en esta época del año y que hace que las infraestructuras se queden "pequeñas". "Para los proximos años iremos invirtiendo mas dinero de las arcas municipales en mejorar las redes de abastecimiento", ha señalado.
Puesto que el pueblo se encuentra en una montaña, la teniente alcalde ha explicado que los barrios más altos se quedan sin suministro debido al "gran gasto que se hace en el centro y las zonas más bajas" y que impiden que el agua siga su curso hasta arriba. Sin embargo, según ha dicho, es difícil vigilar a todos y cada uno de los vecinos para evitar esta problemática. "No se puede tener a un policía en cada puerta", ha asegurado.
Posibles sanciones
A pesar de no poder controlar lo que cada uno hace dentro de su domicilio, el Ayuntamiento sancionará a todos aquellos a los que sorprenda haciendo caso omiso a las prohibiciones. "La Ordenanza que regula el consumo la aguas incluye faltas leves, graves y muy graves, y también contempla el corte de suministro. De momento no se ha multado a ningún vecino, pero podría darse el caso", ha afirmado Plasencia.
No obstante, desde el Ayuntamiento apelan a la responsabilidad ciudadana y esperan no llegar hasta ese punto. "Todos los años sucede esto y los vecinos se suelen portar bien. Si vemos que alguien no está cumpliendo, le solemos avisar", ha indicado la teniente alcalde incidiendo en que "seguiremos concienciando a la gente de la optimización del consumo".
"El agua es un bien escaso en estos tiempos y nosotros tenemos la obligación de cuidar de ella para que no nos falte. Tenemos que hacer un consumo responsable en beneficio de todos y en solidaridad con los ganaderos y con los vecinos de los barrios altos, que son los primeros que se quedan sin agua", ha concluido.