Un día inolvidable en todos los aspectos. Así recordará para siempre su boda Rodrigo Díaz, un toledano que pocas horas después de contraer matrimonio con Alejandra, natural de La Palma, vivió de lleno la erupción del volcán Cumbre Vieja. "Parecía que nos había reventado en la cabeza", cuenta a EL DIGITAL.
El joven estaba comiendo con la familia de su esposa en una casa rural -a unos cinco kilómetros del volcán- cuando escuchó un enorme estruendo que sobrecogió a todos. "No alcanzo a describir ese momento... Parecía que algo enorme se estaba moviendo". En ese instante, todos salieron de la casa y vieron una gran columna de humo negro.
"Durante toda esa mañana los temblores habían sido muy constantes y sabíamos que teníamos que estar atentos, pero alrededor de mediodía empezaron a ser más fuertes y más seguidos hasta que se escuchó un ruido súper fuerte. Inicialmente creimos que era un desprendimiento de tierra o que algo se estaba desplazando, pero no. Había reventado el volcán al lado nuestro", relata el toledano.
En cuanto se percataron de lo que estaba ocurriendo, tanto Rodrigo como sus familiares cogieron las pertenencias que más a mano tenían, se montaron en los coches y salieron a la carretera para dirigirse a otra parte. "Yo estaba impresionado en medio de nuestra huida. Era consciente de que estaba viviendo algo único", comenta impactado.
De camino a Los Llanos, municipio en el que residen sus suegros, Rodrigo avisó a sus amigos -que habían viajado desde Toledo a La Palma para asistir a su boda- de lo que estaba pasando. "Ellos estaban alojados en otro pueblo y no se habían enterado, así que les llamé para contarles todo", señala.
Según cuenta uno de ellos, Ignacio Valmaseda, "por la mañana notamos un pequeño temblor, hablamos con Rodrigo y nos dijo que estaba recogiendo todo, así que nosotros también cogimos las cosas y las metimos en el coche por si acaso. Nos fuimos a comer tranquilamente a un restaurante y, sobre las tres, nos llamó para decirnos que acababa de reventar el volcán al lado de donde él estaba".
Ignacio llamó al número de emergencias del Ayuntamiento y le recomendaron desplazarse a la zona este de la isla. "Buscamos un alojamiento por aquí y ahora estamos al lado de Santa Cruz hasta el jueves, que volvemos a Toledo. Al menos por aquí no están las carreteras cortadas", señala.
Ahora, tanto Rodrigo como sus amigos y familiares se encuentran relativamente lejos del volcán y, aunque todavía lo ven desde ahí, señalan que la gente se encuentra "más tranquila" en esa zona. Además, por si fuera poco, los recién casados pondrán rumbo a Islandia este miércoles para pasar su luna de miel. "Cambiamos un volcán por otro", bromea el toledano.