El senador de Compromís Carles Mulet ha preguntado al Gobierno si va a restituir el nombre de Azaña de la Sagra al municipio de Numancia de la Sagra (Toledo), que fue cambiado en octubre de 1936 al llegar las tropas franquistas, cuando su denominación original de azaña (del árabe noria) ya aparecía en el siglo X.
En una pregunta escrita registrada este jueves en la Cámara Alta, Mulet ha solicitado al Gobierno que explique qué medidas va adoptar para derogar o dejar sin efecto este cambio de nombre, que el senador del grupo parlamentario Izquierda Confederal considera que se cambio de forma ilegal a través de una Orden del Gobierno General del Estado Español, publicada en el BOE, en Burgos, el 16 de febrero de 1936.
Mulet argumenta que esta Orden "no ha sido derogada en ningún momento y por lo tanto estaría en vigor", y aboga por que se restituya el nombre original del municipio de Azaña de la Sagra, atendiendo "a que se dictó por un Gobierno ilegal e ilegítimo", y que "una barbaridad de este calibre no puede aplazarse a la tramitación de la Ley de Memoria Democrática, que ni contempla esta casuística", ha informado en una nota de prensa Compromís.
La formación ha recordado que en 2016 Mulet ya presentó una pregunta al Gobierno, en la que le pedía que medidas iba a adoptar para restituir el nombre original a Numancia de la Sagra. En aquella pregunta, el senador explicaba que el nombre fue cambiado tras la llegada de las tropas nacionales a la localidad el 18 de octubre, en el transcurso de la Guerra Civil.
Tras la llegada al pueblo de las tropas, su jefe, el comandante Jesús Velasco, convocó a ocho vecinos para constituir una junta gestora del Ayuntamiento, que tomó como primera decisión pedir a Francisco Franco "que en lo sucesivo esta villa lleve el nombre de Numancia de la Sagra, por el hecho transcendental de haber sido reconquistada por los gloriosos Escuadrones del Regimiento de Numancia", según recoge el acta de la sesión.
Sin embargo, el motivo del cambio no fue recogido en el acta, ni ninguno de los vecinos del municipio se atrevió a aclarar que el nombre de Azaña no era un homenaje al presidente de la II República, Manuel Azaña, ni era "un capricho del régimen republicano", sino que se remonta remontaba a 1158, cuando Azaña aparecía ya por primera vez en un documento del rey Sancho III, apuntaba Mulet en su pregunta de 2016.
En su respuesta, el Gobierno comunicó al senador de Compromís que la Ley Reguladora de Bases del Régimen Local, de 1985, establece que los cambios de denominación de municipios tendrán carácter oficial cuando, tras haber sido anotados en el Registro de Entidades Locales de la Administración del Estado, se publiquen en el Boletín Oficial del Estado.
Y también adujo razones relacionadas con la normativa legal relativa al funcionamiento del Registro de Entidades Locales, que entre otras disposiciones establece que "no se autorizará la denominación de un nuevo municipio o el cambio de nombre de otro ya existente, cuando el propuesto sea idéntico a otro o pueda producir confusión con otras denominaciones ya existentes".
Pero según Mulet, la respuesta gubernamental "no atiende a la peculiaridad de este caso, ya que no fue la Administración Local quien acordó el cambio de su denominación", sino una Orden del Gobierno del 15 de febrero de 1936, que acordó "suprimir la denominación que ostenta el pueblo de Azaña", la cual no ha sido derogada y está en vigor, ha reiterado el senador de Compromís.