"Estimado Sr. Deán:
Mi nombre es Francisco Rodríguez Márquez y hace 48 horas le escribí una “carta abierta” en la que como “creyente de a pie”, reclamaba su dimisión o su cese, por su responsabilidad en la autorización de la grabación del video de C. Tangana en la Catedral.
Esta misma mañana me ha llegado a través de las redes, la nota del Arzobispado en la que se anunciaba que “usted había solicitado el adelanto de la conclusión en sus funciones, al día 16 de Octubre y que el Arzobispo ha tenido a bien aceptar su petición”. Quiero decirle, que aunque estoy convencido de que mi carta en modo alguno ha sido determinante para la toma de decisiones; mi sensación de indignación ante el visionado del tristemente famoso video, se ha convertido en una sensación de satisfacción y orgullo, ya que tanto usted como el Arzobispo han obrado bajo mi punto de vista de la mejor forma posible; pero sobre todo, porque usted ha demostrado una gran valentía pidiendo perdón y poniendo su cargo a disposición del Sr. Arzobispo. Sinceramente, como “creyente de a pie”, me siento orgulloso de pertenecer a una Iglesia en la que los miembros de su jerarquía son capaces de pedir perdón y dimitir de forma ágil, ya que es un deporte muy poco practicado en las instituciones que nos rodean.
Mi más sincera enhorabuena por su valentía y le deseo lo mejor en el futuro".