El Ayuntamiento de Toledo retomará en 2022, después de quedar paralizada a consecuencia de la pandemia de coronavirus, la redacción de una ordenanza municipal que restringirá la actividad de los pisos turísticos en la ciudad. Así lo ha adelantado este lunes la alcaldesa, Milagros Tolón, durante una rueda de prensa que ha ofrecido para hacer balance del año 2021.
Tolón ha adelantado que dicha ordenanza planteará "una serie de limitaciones" para que la proliferación de viviendas destinadas a uso turístico "no repercuta" en la vida de los vecinos del Casco Histórico, algo que ha considerado "fundamental".
La primera de ellas será fijar un porcentaje máximo de pisos turísticos en relación al número total de viviendas en cada barrio de la ciudad, tratando de evitar así que se produzcan concentraciones de este tipo de alojamientos en determinadas zonas.
Además, la intención del Consistorio es que la nueva ordenanza, que se redactará escuchando a "todas las partes interesadas", solamente permita conceder nuevas licencias de actividad a pisos turísticos en las primeras plantas de los edificios para "reforzar la residencia y confort" de los vecinos que residen de manera continuada en los mismos.
Cifras actuales
A día de hoy el Casco Histórico de Toledo cuenta con un total de 286 apartamentos turísticos registrados sobre un total de 7.000 viviendas en el barrio, una cifra que según la alcaldesa "llama la atención". En el resto de la ciudad solamente hay 15 pisos destinados a alojamiento turístico.
Tolón, además, ha recordado que en el Casco toledana hay 1.300 inmuebles vacios, incluso "edificios enteros". Así, ha avanzado que el Consorcio negocia con sus propietarios para llevar a cabo rehabilitaciones que permitan ponerlos a disposición del mercado de vivienda, con un presupuesto inicial de 120.000 euros.