Lo ha contado recientemente el periodista José Alonso en el periódico La Voz de Galicia. "La embarcación Río Uso es la historia de un despropósito, de cómo malgastar, tirar literalmente dinero público", comienza diciendo el artículo gallego. Para quien pasea por el puerto de Ribadeo su imagen ya se ha hecho familiar, varada en tierra en un extremo de la marina seca, sin haber sido estrenada más allá del bautismo de mar (las pruebas de navegación). "No faltó quien sugiriese a su propietario, la Diputación de Toledo, colocarla en una rotonda. Al menos así tendría cierta utilidad", explica el periodista. Pero mientras tanto sigue ahí, y ya van casi seis años, como un monumento al gasto injustificado de fondos públicos, pagando 4.128 euros de tasas anuales".
El barco Río Uso fue encargado a astilleros Gondán, en la franja asturiana de la ría ribadense. Según explica La Voz de Galicia, es un barco de quince metros de eslora con unas características muy especiales, silencioso y ecológico, para navegar el Tajo por un espacio protegido hasta el yacimiento arqueológico de Ciudad de Vascos, que el entonces gobierno del PP en la Diputación castellano-manchega quería convertir en un imán turístico. En el 2015 pagó 344.850 euros por el buque. "Con el cambio de gobierno en la Diputación, el PSOE paralizó el proyecto, el barco fue varado. Se decidió tratar de venderlo para recuperar el dinero invertido en los astilleros. Para la primera subasta hubo que esperar dos años. Fue en diciembre del 2017. Agua. La última, la quinta subasta, concluyó en enero del 2020. A pesar de rebajar progresivamente el precio del barco hasta 264.543 euros, todas quedaron desiertas. No hubo ni una sola oferta", explica el periódico gallego, en el contexto de una situación incomprensible de la que EL ESPAÑOL EL DIGITAL se ha hecho eco en varias ocasiones.
A principios del año pasado, explica el periodista José Alonso, desde la Diputación de Toledo se filtró que habría una sexta subasta que se convocaría en dos o tres meses. Nada se hizo y nada más se supo hasta que en diciembre, con motivo de la aprobación de los presupuestos para el año 2021, el actual presidente de la Diputación toledana, Álvaro Gutiérrez (PSOE), ratificó su intención de desprenderse del barco convocando la subasta pendiente. Manifestó que sería entre enero y febrero del 2021, para destinar el dinero recaudado a fines sociales. Pero tampoco se ha hecho, por el momento.
Un quebradero de cabeza
Es cierto que el Río Uso se ha convertido en un pequeño quebradero de cabeza para la Administración toledana, que no tiene fácil encontrar comprador. La embarcación tiene en su virtud su propia penitencia. Sus especiales características, diseñada para navegar con turistas por embalses o ríos tranquilos impulsándose con dos motores eléctricos a una velocidad media de 4 nudos, hacen que sea muy poco aprovechable para otros usos.
En el Real Club Náutico de Ribadeo lo que saben es que hasta febrero la Diputación de Toledo tiene pagada las tasas. Y no les consta que la situación vaya a cambiar en un futuro inminente. De los alrededor de 700 amarres que hay en el puerto deportivo, es el Río Uso el que proporciona mayores ingresos al club: «Mientras paguen, tienen derecho a ocupar su espacio en la marina seca», apuntan.
Pero si la situación continúa prolongándose no descartan ubicarlo en otro espacio, junto a las embarcaciones incautadas. Por el puerto ribadense, se comenta medio en chanza que la Diputación de Toledo debería hacerse socio del club náutico para obtener los descuentos por amarres, tasas de mantenimiento y ocupación de la marina seca, dice La Voz de Galicia. "Pero no es posible: solo se admite como socios a personas físicas". Todo un caso, en fin.