El doctor Francisco Javier Balmis, que lideró la primera expedición sanitaria internacional, entre 1803 y 1814, con la vacuna de la viruela, y cuyo nombre fue escogido por el Ejército español para luchar contra el coronavirus, obtuvo su grado de medicina en la Universidad de Toledo en 1798.
Así lo explicado el director del Archivo Histórico Provincial de Toledo (AHPTO), Carlos Flores, quien ha precisado que todo apunta a que Balmis acudió a Toledo exclusivamente para examinarse y obtener el graduado; es decir, que no asistió a clase.
El profesor de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) David Martín, que ha investigado sobre el doctor Balmis y que es el comisario de una exposición sobre los 500 años de enseñanza superior en Toledo, ha sido el que ha alertado a los responsables del AHPTO sobre la graduación obtenida por Balmis en Toledo.
Primera expedición sanitaria internacional
En 2020 el Ejército español bautizó con el nombre de Balmis la operación para luchar contra el coronavirus y volvió a hablarse de este médico español que en 1803 protagonizó la primera expedición sanitaria internacional de la historia para llevar la vacuna de la viruela al resto del mundo.
Lideró la Real Expedición Filantrópica de la Vacuna de la Viruela, desarrollada entre 1803 y 1814, junto el también médico Josep Salvany -que perdió la vida en aquella aventura- y contó con la enfermera Isabel Zendal, que da nombre a un centro hospitalario en Madrid.
En su blog, el AHPTO ha publicado una fotografía con el acta del grado de bachiller en medicina de Francisco Javier Balmis y ha explicado que el doctor era alicantino, se formó en el Hospital Militar de su ciudad y obtuvo el título de cirujano en Valencia en 1778 y el grado en medicina por la Universidad de Toledo en 1798.
Respecto al examen que realizó en Toledo, el Archivo ha desvelado que 24 horas antes el aspirante recibió el tema que le había tocado: hablar durante media hora sobre el aforismo 11 del primer libro de Hipócrates.
Según la edición de estos aforismos realizada por Manuel Casal en 1818 el aforismo sobre el que tuvo que hablar dice: "Durante las accesiones o paroxismos debemos adietarnos, pues entonces perjudica el alimento. En los males que se rigen por periodos (como vemos en la terciana y cuartana) debe observarse lo mismo". El doctor Balmis fue aprobado por unanimidad en aquella Universidad de Toledo.