Una treintena de personas se han manifestado este martes a las puertas del bar 'El Muro', en el barrio de Santa Bárbara, de Toledo, para arropar a Tamara Rudakova, una vecina ucraniana que reside en la ciudad desde hace 20 años y que tiene a familiares en el frente luchando por su patria.
El portavoz vecinal Román Rodríguez ha dado lectura a un manifiesto en apoyo al pueblo ucraniano y a la propia Tamara en el que ha expresado la solidaridad de estos vecinos y su deseo de "la paz mundial en un orden internacional justo".
En el manifiesto, han denunciado que el presidente de Rusia, Vladímir Putin, "ha vulnerado el derecho internacional y se ha fumado un puro con la carta de la organización de Naciones Unidas", y también que "ha puesto fin al orden mundial que surgió del acuerdo de Postdam tras la Segunda Guerra Mundial".
Asimismo, han señalado que las fuerzas políticas españolas, "con algún matiz", apoyan a Ucrania en su legítima lucha por su soberanía y su integridad territorial, así como a la ciudadanía ucraniana, que han personificado en Tamara, de quien han dicho que es su "vecina, amiga, de Toledo y de Santa Bárbara, una de los nuestros".
“Apoyo y cariño”
Por ello, han manifestado su "apoyo, cariño y el más sincero soporte" a la voluntad del pueblo ucraniano en la defensa de su libertad, así como su solidaridad con la familia de Tamara y han puesto sobre la mesa "la admiración y respeto profundo por la determinación y el heroísmo de los ucranianos, que han elegido no arrodillarse ante la exigencia de sumisión y han decidido el sacrificio de sus hijos antes que la esclavitud".
Tras la lectura del manifiesto, visiblemente emocionada, Tamara Rudakova ha declarado ante los medios de comunicación que se siente agradecida por el apoyo de los vecinos de este barrio de Toledo y ha comentado que su hija se encuentra en la frontera con Hungría intentando salir del país mientras que su hijo, de 45 años, vive en Kiev, y su yerno, de 40 años, y su hija, que es médica, están luchando por su tierra y no pueden contactar con ellos.
Ha señalado que afronta esta situación "no viviendo, sin dormir y sin comer", porque sabe que hay gente durmiendo en el metro, en los sótanos, y sin salir a la calle porque están destrozando todos los edificios, al tiempo que ha afirmado que los niños pequeños ya saben que "hay guerra, bombas, que no hay comida y que las tiendas ya no tienen productos", si bien ha agradecido la ayuda de Europa, de Polonia y de Hungría.
Además, ha asegurado que su hija le ha trasladado que "Rusia está empezando a tirar bombas químicas", que su nieta de 12 años le dice que "esto es la Tercera Guerra Mundial y Ucrania lucha por toda Europa", y que otra nieta de 20 años no quiere salir del país y quiere "luchar y morir por su tierra".
Tamara ha recordado que viajó a Ucrania el año pasado y que el país "estaba tranquilo y no pensábamos que Putin iba a bombardearlo", pero su hija la llamó hace unos días para decirle que "Rusia tira bombas por toda Ucrania".
También ha deseado "que Dios ayude a que termine esta guerra" y ha dicho que, mientras tanto, espera llamada cada día y cada hora para saber qué ocurrirá.